Imaginen que salen a la terraza de su casa y se encuentran de repente, vivita y coleando a una culebra de más de un metro de largo.
Pues eso es lo que le ha pasado a José Arroyo, un vecino de la calle Olivillos de San Roque que hoy se ha encontrado con esta desagradable sorpresa. "A mi mujer, que está enferma, casi le da algo", explica.
Como un auténtico aventurero la ha capturado y ha acabado con ella. Se ha dedicado a pasearla por el pueblo y ha acaparado la atención de sus vecinos.
De momento la guarda en el garaje, pero mañana mismo la llevará al Ayuntamiento. "Estoy cansado de que no me hagan caso", explica a VIVA. "Ya el año pasado encontré otra y por más que presento quejas, aquí no vienen a fumigar ni se toman medidas".