Verdemar señala el posible caso de abandono de una yegua en la Sierra del Arca en el municipio de San Roque. Esta se presenta vieja, delgada y el lomo vencido por los partos. "No es de ahora. El lomo ensillado es a consecuencia de los partos. Presenta delgadez, podría ser por mala boca".
"Si salen ustedes a pasear por el bosque y se encuentran un caballo solo y estacado en un árbol, probablemente se trate de un caballo que ha sido abandonado. Este fenómeno, que no es nuevo, se ha agudizado con la situación de crisis. Abandonar al caballo es una forma de reducir los gastos mensuales de una economía doméstica".
Según Susana Fernández-Escalante, miembro de la Asociación en Defensa de los Équidos que tiene un refugio en la localidad de Fonollosa, recuerda que "tener caballo se puso de moda. Las urbanizaciones estaban llenas de caballos. Casi si podría decir que en esta zona de cada cinco torres, una tenía caballo". Ahora este capricho se ha vuelto un gasto. Fernández-Escalante también recuerda que algunos "los compraban para luego revenderlos a mejor precio, pero ahora no hay compradores".
Verdemar-Ecologistas en Acción recuerda que desde enero de 2012 hasta abril de 2016, 241.163 équidos fueron sacrificados en mataderos de nuestro país, según cifras oficiales del Ministerio de Agricultura. Según la Asociación CYD Santa María estima que esta cifra se triplica si contabilizamos todos aquéllos que mueren abandonados y maltratados en los campos españoles, que no han sido identificados adecuadamente por sus propietarios.
Las instituciones no están cumpliendo con sus responsabilidades ante la ley, por tanto, se necesita la colaboración de todos los ciudadanos para ayudar a unos animales que, desde principios de los tiempos, han ayudado al ser humano con su propio esfuerzo, entrega y sacrificio, concluye el colectivo ecologista.