Un agente de la Guardia Civil salvó este martes a un menor, inmigrante, que trataba de alcanzar la costa, en una zona ubicada entre Algeciras y Tarifa. El guardia civil se lanzó al mar para rescatar al chico, que estaba a unos 50 metros de la costa y gritaba porque se ahogaba, a pesar de que intentaba mantenerse a flote agarrado a un saliente de roca.
A pesar de las malas condiciones del mar, el agente consiguió tranquilizarlo, agarrarlo y remolcarlo a la costa, lo que le ocasionó numerosos golpes y cortes, sobre todo en la zona izquierda del cuerpo.
Los hechos sucedieron al final de la tarde, cuando varios agentes del Grupo de Acción Rápida (GAR), que se encontraban desplegados en la zona de la ensenada del Tolmo, observaron que varias motos de agua, un grupo de en torno a ocho vehículos, se aproximaba a la costa desde mar adentro en la zona de Getares, en concreto, en cala Calafate.
Igualmente, los agentes detectaron otro grupo de motos que se dirigían a la zona de la torre de Guadalmesí, lo que motivó el despliegue de agentes hacia ambas zonas.
Una vez que llegaron a la zona de Getares comprobaron que se trataba de hechos relacionados con la inmigración irregular y que patrullas de la Policía Nacional desplegadas en la zona atendían la situación.
Los agentes del GAR que se encontraban en la zona de la torre de Guadalmesí localizaron a un inmigrante que había arribado a la costa, pero vieron en el mar, que estaba en malas condiciones, a otro inmigrante que se encontraba a unos 50 metros de la costa que gritaba mientras trataba de mantenerse a flote agarrado a un saliente de roca.
Uno de los guardias civiles no dudó en lanzarse al agua, logrando alcanzar la posición del menor, al que consiguió tranquilizar, para agarrarlo y poder remolcarlo hasta la costa, donde las numerosas personas que se encontraban en el lugar los recibieron con elogios al ver cómo el inmigrante, que después fue identificado y se comprobó que era menor de edad, llegaba a la costa sano y salvo.
Como consecuencia de su actuación en condiciones desfavorables del mar y los numerosos salientes de roca, el guardia civil sufrió cortes y golpes en casi todo el cuerpo, con mayor incidencia en la parte izquierda, aunque se está recuperando de manera satisfactoria.