Queridas amigas, cada mes nos visita la de ‘Señora de Rojo’, sufrimos cambios pero por ellos no dejamos de hacer vida normal. Durante la menstruación, si no es dolorosa ni abundante, continuamos con nuestra rutina deportiva habitual, libera endorfinas y actúa como analgésico natural aliviando dolores leves o moderados. Lo que sí os recomiendo es no realizar algunos ejercicios de alto rendimiento. Lo mejor es comentarlo con nuestro monitor del gym, entrenador personal o de la actividad deportiva que realicemos.
No todos los ciclos menstruales son iguales. Dependiendo de la edad, puede durar más en mujeres más jóvenes, que con los años se va acortando. Cuando tenemos la menstruación no siempre ovulamos, los ciclos de más de 35 días o muy cortos de menos de 25 pueden indicar la ausencia de ovulación.
Durante la regla, aunque no es habitual, es posible embarazarse. Los espermatozoides pueden permanecer vivos en la vagina hasta cinco días, aunque en líneas generales se mueren a las 48-72 horas.
No bañarse teniendo el periodo menstrual es antihigiénico, simplemente sufrimos un cambio de temperatura que se debe a la contracción de los vasos sanguíneos.
Totalmente recomendable tener relaciones sexuales durante la menstruación, no te impide disfrutar de las mismas mientras mantengas normas básicas de higiene y no padezcas ninguna enfermedad infecciosa. Claro está que por confianza normalmente es más cómodo con una pareja estable, pero hay hombres y mujeres que lo toman como algo natural, que es lo normal, y no les importa tener relaciones.
Podemos teñirnos el cabello, es una leyenda absurda que no podamos hacerlo. Lo único que puede suceder es que tarde el producto en hacer efecto. Me parece increíble que con la información que tenemos a nuestro alcance y lo modernos que nos consideramos, aún existan estos viejos mitos con base cimentada en la ignorancia y la misoginia. En otras culturas hay aún más cuentos de viejas y leyendas urbanas.
Tener la menstruación no es estar enferma, es lo contrario, es señal de salud. No podemos permitir que nuestras niñas crezcan entre supersticiones heredadas de una cultura represiva y se sientan impuras o que hay algo malo en ellas. Normalicemos, señores, lo que es natural.
