la carolina
Nadie, absolutamente nadie, piensa que le puede tocar. A pesar de ello, el Sida es esa enfermedad que planea sobre todos nosotros.
Durante mucho tiempo, repudiados, los enfermos de Sida viven, hoy por hoy, más y mejor, gracias a los adelantos acontecidos; logros, sin duda, que dan buena cuenta del trabajo que se está llevando a cabo, pero, insuficientes. Y es que, para que, tal vez, lleguemos a ver la erradicación de esta enfermedad hace falta concienciación de todos y cada uno de los individuos que conformamos esta sociedad.
Ante el Sida: concienciación, concienciación y más concienciación. Esa es la base sobre la que hay que trabajar, pues algunas personas viven al margen de un problema que concierne a todos.
1 de diciembre
Siempre se ha dicho que las penas, con el tiempo, se hacen más llevaderas. Trasladando este hecho al tema que nos ocupa, podemos afirmar que el paso del tiempo ha provocado que el Sida no sea ya, esa enfermedad alarmista que fue. Si bien antes, este tema ocupaba multitud de noticias, hoy por hoy no se habla tanto. De hecho, casi hay que esperar a que llegue el día 1 de diciembre, para ver al Sida en titulares.
Y es que, el primero de diciembre se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. Una jornada en la que tomar conciencia y en la que las asociaciones que trabajan durante todo el año aúnan sus esfuerzos para hacer un llamamiento masivo.
Ejemplo de ello es la Federación Provincial de Asociaciones de Drogodependencias ‘Jaén Unidos’ con su presidenta María Manuela Ruiz, quien nos informado de la campaña informativa que fue llevada a cabo con motivo de la celebración de este día en los municipios de la provincia, entre ellos, La Carolina.
Dado el carácter provincial de esta Federación, se llevarán a cabo actividades por otros municipios jiennenses. Por ejemplo, en localidades como Vilches, se hará entrega en los Intitutos de material informativo, así como preservativos.
¿Puedes señalarle?
La imagen de una persona portadora del virus del Sida está tan estereotipada que, generalmente, provoca en nuestra mente la concepción de un enfermo, hablando claro, bastante deteriorado.
Lejos de ello, las personas que padecen esta enfermedad, gracias a los medicamentos que se les suministran, disfrutan de una mayor calidad de vida. Así, se hace imposible disinguir entre alguien que tiene el Sida y alguien que no.
Precisamente es ahí, donde incide la Federación Provincial de Asociaciones de Drogopendencias, ‘Jaén Unidos’, que ha presentado una nueva campaña en pro de la concienciación, denominada “¿Puedes señalar la persona que tiene Sida?”. Con una respuesta tajante al respecto. No.
No se puede conocer a alguien por su aspecto. Entonces, si sin saber que portan esa enfermedad se les trata correctamente, ¿por qué al enterarse de ello algunos individuos les discriminan? ¿No son iguales? ¿No tienen los mismos derechos? ¿No deberían tener las mismas portunidades de ser tratados, simplemente, como personas?
Información, necesaria
Enfrentarse a algo se convierte en más sencillo si sabes a qué lo haces. Saber qué es el Sida y de qué manera se contagia es, por tanto, crucial.
Aunque parezca raro, hoy por hoy, todavía hay personas que dudan a la hora de identificar las causas de un contagio. Hace unos años, se pensaba que un simple beso podía trasladar el virus, por lo que las campañas informativas se centraron en poner luz al respecto.
Aún así, hoy en día, existe un desconocimiento generalizado sobre esta enfermedad. Diferencias entre VIH y Sida, saber qué es ser seropositivo. .. En resúmen, destruir falsas leyendas, es la labor en la que continúan desarrollándose las diversas asociaciones de nuestra provincia.
Conductas de riesgo
A pesar de los avances, el Sida continúa abriéndose paso entre la sociedad. Los últimos datos hablan de que esta enfermedad está afectando a una edad cada vez más pronta, fruto de conductas de riesgo, por el mero hecho de no utilizar un preservativo.
Tienen información, pues continuamente se les está tratando de bombardear con la necesidad de ser precabidos y de utilizar ‘protección’, pero la idea de vivir el día a día, de no pensar en lo que el porvenir pueda deparar, provoca que algunos jóvenes mantegan relaciones sexuales sin preservativo.
El sida no es una enfermedad que se detecta inmediatamente. Tarda diez años en manifestarse. Por ello, no se tiene la conciencia del mal que puede acarrear dejarse llevar por un impulso. En definitiva, de no ser responsables consigo mismos.
El miedo es el embarazo, cuando en realidad, tener un hijo a una pronta edad sería poco comparándolo con contraer una enfermedad que puede marcarte para el resto de tu vida.
De esta manera, la recomendación es clara. Se debe utilizar preservativo siempre que se mantengan relaciones sexuales.
Al margen de esto, podrían haber otros riegos de contagio. Compartir jeringuillas, agujas o utensilios como cepillo de dientes, tijeras u objetos cortantes, con personas que ya padecen esta enfermedad. Esos son los verdaderos peligros.
No se trata de tener miedo a estar con una persona que tiene Sida. Se trata de ser responsables, concientes y, por supuesto, respetuosos, pues esta es una enfemedad, como hay millones en el mundo, por lo que todos tienen derecho a ser tratados medicamente y a ser considerados como personas.
Los reclusos, grandes olvidados
Convertido en una enfermedad crónica, el Sida se hace llevadero para aquellas personas que pueden acceder a tratamientos médicos. Por el contrario, quienes no disfrutan de ellos, ven como su calidad y esperanza de vida se encuentra mermada.
Desde la Federación ‘Jaén Unidos’ reivindican el acceso médico de todo tipo de colectivos de personas infectadas por esta enfermedad, ya que, según afirman, los presos con VIH/Sida sufren una situación de abandono por la que merece la pena hacer frente. Reclaman desde la Federación, la integración de la sanidad penitenciaria en el Servicio Andaluz de Salud, con el fin de que la atención sanitaria avance de manera adecuada y no discriminatoria para las personas presas que se encuentran enfermas.
—en el olvido—
Los datos al respecto de esta enfermedad son la prueba más feaciente de la necesidad de atención. Así, certifican que un 18% de las personas presas tienen VIH y entre un 36 y 38% tienen Hepatitis C.
Todas estas personas, lejos de poder acceder a un sistema sanitario en condiciones, son, tal y como afirmó Ruiz, “los grandes olvidados”, soportando los síntomas de su enfermedad en situaciones de acinamiento y extrema dureza. Además, pierden continuamente sus citas con los especialistas en los hospitales o la oportunidad de ser intervenidas quirúrgicamente, por la falta de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, por ejemplo, a la hora de ofrecer custodia a los conductores de las ambulancias.
Olvidados, se manifiestan, también, desde las asociaciones respecto al apoyo de la Administración. Y es que, cada año están sufriendo mayores recortes en las ayudas públicas. Un obstáculo en toda regla para las asociaciones, que vienen prestando servicios a los que la Administración no llega.