Hidralia, de manos de Labaqua, ha finalizado la primera fase del proyecto de Plataforma on-line de detección temprana y alerta de la contaminación de las aguas de baño en las playas de Chiclana, con el que se pretende optimizar la gestión asistida por tecnología de última generación en el seguimiento de cualquier posible episodio de contaminación.
Este sistema pionero en España, comprende la instalación de una plataforma flotante (boya multiparamétrica) en el agua con distintos sensores de monitorización on-line que reconoce la calidad de las aguas y transmite en tiempo real dichos datos para poder seguir y detectar cualquier episodio de contaminación.
En esta primera fase del proyecto desarrollado en la playa de Sancti Petri se ha probado la monitorización de una completa batería de medidas (turbidez, oxígeno disuelto, conductividad, PH, clorofila, entre otros…), cuyo análisis ha permitido conocer la respuesta natural de los distintos parámetros de calidad de las aguas a factores oceanográficos como las mareas u otros factores meteorológicos como lluvias o temporales de viento. Este análisis permitirá en la siguiente fase a realizar en el presente año (verano de 2017) discernir entre alteraciones de la calidad de las aguas que tengan origen natural de aquellas alteraciones que puedan tener un origen causado por factores externos. Esta primera fase también ha permitido calibrar y ajustar los distintos sensores de cara a optimizar el funcionamiento de la plataforma de cara a este verano.
El proyecto también contempla la realización de inspecciones mediante sistemas de vuelo de forma remota (drones) ante la posibilidad de episodios de alerta, para poder así identificar la extensión y alcance de un posible vertido. Durante esta primera fase no se ha producido ningún episodio de vertidos, por lo que los drones se han utilizado para hacer un reconocimiento de la zona y también para simular un posible hipotético vertido después de un episodio de lluvias.
En este sentido, el delegado municipal de Medio Ambiente y Playas, Joaquín Páez, destaca que, “gracias a esta herramienta, podremos conocer al instante si se produce algún tipo de vertido o anomalía en la calidad de las aguas de nuestro litoral. Esto, además de una garantía de calidad de nuestras playas, nos permite actuar con mayor celeridad ante posibles incidencias, que puedan afectar a la salud de los bañistas”. “Se está dando un paso muy importante para nuestro turismo, ya que se podía haber escogido cualquier otro sitio y, sin embargo, los promotores de este proyecto han optado por Chiclana para esta prueba experimental, por lo que esperemos que en el futuro podamos contar con este sistema a lo largo de toda la costa y así garantizar un mejor servicio y una mayor garantía a las miles de personas que a diario visitan nuestras playas en verano”, indica.
Segunda fase
En la segunda fase del proyecto –que se completará desde el mes de mayo hasta el final del verano- se volverá a fondear la plataforma, a la que Labaqua le ha incorporado un sensor adicional de hidrocarburos y la instalación en paralelo de equipos CFIS (Continuous Flow Integrate Sampler), completamente sumergibles que permiten la determinación de las concentraciones promedio de contaminantes en aguas (orgánicos y metales).
El desarrollo de este proyecto permitirá conocer la efectividad del sistema para tomar las mejores decisiones en la gestión del uso de las áreas de baño. Así como obtener un conocimiento detallado del comportamiento de la calidad de las aguas de baño durante los periodos de monitorización y detectar las posibles afecciones derivadas del tránsito de embarcaciones y la dinámica hidrológica y aportaciones de la Bahía de Cádiz a través del caño de Sancti Petri.
Las detección temprana de posibles episodios de contaminación tendrá como beneficio una mayor capacidad de acción ante cualquier riesgo sanitarios, molestias. Un beneficio medioambiental y ecológico mayor si cabe en un entorno como Chiclana, cuya playa es un motor económico de primer orden.