Vecinos de la zona de la Loma, el Novo, Roche, etc., se han constituido en una Asociación llamada Amigos de la Costa Chiclana Conil para hacer frente a la celebración en Chiclana el próximo verano del Festival Alrumbo, e incluso están decididos a tomar medidas legales junto con hoteles y empresarios de la zona, "indignados por la decisión del Ayuntamiento que tendrá graves consecuencias para la zona".
En un comunicado, la nueva asociación señala que "el Ayuntamiento de Chiclana de la Frontera arriesga la integridad del entorno Novo Santi Petri. Entre los días 10 al 15 de Julio de 2017 pretende celebrar en La Loma de Sancti Petri el macrofestival Alrumbo con la afluencia de más de 150.000 personas, en una zona de especial protección, donde se prevén daños irreparables en flora, fauna y su turismo de calidad".
Prosigue indicando que "hace pocas semanas se ha hecho público que el próximo Festival Alrumbo, que tanta polémica ha provocado en otras ediciones anteriores en Rota y Chipiona, se celebrará este verano en un paraíso natural, como es la Dehesa de Campano, en el Novo Sancti Petri, donde especies animales y flora protegida encuentran su hábitat . Zona de atracción de turismo de alta calidad, de toda España y el extranjero, valorada por el envidiable entorno y calidad de sus recursos naturales. Paraíso natural que ha sido, con mucho esfuerzo y acierto, reservado y protegido de la voracidad constructora y promotora que asoló nuestras costas hace no muchos años".
"Esa preservación está ahora en peligro. Y es que el Ayuntamiento de Chiclana de la Frontera ha promocionado que en ese mismo lugar se celebre el macrofestival musical Alrumbo, con un aforo total de más de 150.000 jóvenes que acudirán a su esparcimiento y diversión en una acampada de siete días en plena zona protegida y con alto riesgo de incendio. A esta cantidad habrá que sumar los jóvenes que acudirán sin entrada y/o sin establecerse en la zona acotada para ello, lo cual se nos antoja hoy por hoy incontrolable", aseguran.
La asociación cree que "la contaminación acústica y física, saturación y contaminación de las playas, con vertidos de desperdicios de alimentos y bebidas, evacuaciones de residuos humanos, y la propia ocupación humana en un número tan alto en este lugar, podría ocasionar daños irreparables, con la muerte de animales y destrucción de flora. Además, si el comportamiento de los asistentes no fuera mínimamente cívico, las zonas del entorno, como zonas de urbanizaciones privadas, piscinas, hoteles, supermercados y la playa misma, se verían invadidas por elementos altamente molestos que deterioraría la buena imagen de la que goza esta zona y perjudicaría gravemente el turismo de calidad y los propios negocios orientados a ello. Además de los problemas de accesos y movilidad que provocarán debido a que ya la zona en esas fechas se encuentra en su momento de mayor ocupación".
Por último, dicen que "podemos ver la experiencia que han sufrido en otros términos municipales que en ediciones anteriores han acogido este evento, como Rota y Chipiona, para prever lo que se avecina, ya que es la sexta edición de dicho festival y las consecuencias ya son conocidas y denunciadas -denuncias públicas de graves trastornos a vecinos, deterioro del entorno, acampada libre, gran suciedad, deterioro de las playas, etc…-. Por lo que los vecinos y empresarios se han puesto en pie de guerra para evitar que se repitan los hechos esta vez en Chiclana y en una zona premiada en numerosas ocasiones por la calidad de su turismo".
