Con el objetivo de preservar la seguridad de bañistas y usuarios de las playas chiclaneras, el Ayuntamiento de Chiclana, a través de la empresa municipal Chiclana Natural, ha puesto en marcha un nuevo protocolo de actuación para casos de riesgo medioambiental en el litoral, que actualiza el protocolo que existía hasta ahora en la localidad. Así lo ha anunciado el delegado municipal de Medio Ambiente Playas y vicepresidente de Chiclana Natural, Joaquín Páez, quien ha recalcado que “durante este año hemos preparado modificaciones en el protocolo existente para evitar situaciones de riesgo en nuestras playas”.
En este sentido, hay que destacar que el protocolo de actuación detecta un total de 28 posibles riesgos, la mitad de origen natural y la otra mitad humano. “Entre los riesgos de origen natural, podemos destacar algunos como el deslizamiento del terreno, terremotos, olas de calor, fuertes rachas de viento, temporales, etcétera…, mientras que los riesgos provocados por el hombre incluyen incendios, accidentes marítimos, anomalías en el suministro de electricidad, rotura de tuberías de agua potable o saneamiento, actos vandálicos, terrorismo, etcétera...”, ha explicado.
“Además de definir las posibles causas de riesgo, hemos completado un organigrama, en el que intentamos tener claro el modo de actuación, con el objetivo de actuar de una forma más ágil, rápida y eficaz en caso de producirse algún caso de riesgo para la seguridad de las personas”, ha indicado Joaquín Páez, quien ha aclarado que “la información llegará al técnico de Playas que, atendiendo a la gravedad, derivará la información a la directora de Medio Ambiente o al departamento correspondiente”. “Si la cuestión es suficientemente grave, el tema se lleva al coordinador del sistema, en este caso, el delegado de Medio Ambiente y Playas, que derivará al departamento que corresponda y convocará una reunión urgente para analizar el problema”, ha aclarado.
No obstante, existe una serie de riesgos que, debido a su importancia, requiere de un protocolo distinto de actuación. En este caso, se trata de daños en la red de abastecimiento de agua potable en la zona de la costa, daños en la red de saneamiento o los daños producidos por contaminación, ya sean del mar a la tierra o de la tierra al mar. “En estos casos, lo primero que debemos saber es distinguir las competencias de cada administración en cuanto a los problemas de salud y de contaminación, ya sea local, autonómica o central”, ha recalcado el responsable del área, quien ha aclarado que, “en caso de que haya contaminación en las aguas de baño y ello pueda afectar a la salud de las personas, tenemos que ponernos en contacto con la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, que será la encargada de indicarnos el protocolo de actuación”.
Por último, una vez finalice la actuación, desde el Ayuntamiento y Chiclana Natural se analizará el funcionamiento del protocolo, de cara a conocer los problemas que han podido surgir o dónde implantar nuevas necesidades. “El objetivo es verificar cómo ha funcionado el sistema y ver si las personas que debían actuar han estado y han desarrollado el trabajo correctamente”, ha expresado Joaquín Páez, quien ha añadido que, “finalmente, se levanta acta de conclusión del riesgo”.
“Queremos garantizar la rapidez y eficacia en los casos de emergencia durante la temporada de baño, estableciendo la bandera roja si así fuera necesario”, ha expresado el delegado municipal de Playas, quien ha añadido que, “por tanto, nuestro principal objetivo es dar garantías de salud y celeridad en las actuaciones a llevar a cabo en nuestras playas”. “Cada vez tenemos mejores servicios, aunque también hay más usuarios en la playa, por lo que aumenta el nivel de exposición. Por ello, queremos que el número de daños sea el mínimo posible”, ha incidido Páez, quien ha aclarado que, “más allá de las actuaciones del servicio de salvamento y socorrismo, desde finales de junio hemos actuado ya en tres casos de posible riesgo medioambiental, entre ellos, la rotura de una tubería de agua potable en la zona próxima al hotel Meliá Sancti Petri durante las obras de regeneración de la playa, aunque todos solventados de forma rápida y eficaz”.
