El tiempo en: Jerez
Miércoles 17/04/2024  

Spanish coffee

La polarización como causa

A medida que avanza la polarización, los miembros de un grupo se vuelven más reacios a opinar de forma divergente

Publicado: 22/06/2020 ·
11:37
· Actualizado: 22/06/2020 · 11:37
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
Autor

Juan Miguel Becerra Vila

Doctor en Pensamiento y Analisis Político. Consultor electoral y Director de SW Demoscopia

Spanish coffee

Spanish coffee es un blog en el que el autor analiza la actualidad política del panorama nacional

VISITAR BLOG

Hay una opinión consolidada de que a la mayoría de los ciudadanos les importa poco las elecciones y que hay un buen número que se abstienen porque simplemente no les interesa. Pero cuando estamos ante unas elecciones generales se genera un interés entre los votantes que suele superar casi siempre las expectativas. Las campañas electorales suelen crear un estado emocional que favorece la expresión de las opiniones y la oposición dialéctica en el trabajo, en la familia y en los círculos de convivencia diaria tanto reales como virtuales. Ya sabemos que las campañas electorales siguen cumpliendo una función mecánica -de carácter simbólico en palabras de Fernando Vallespín- que cumplen la suerte de rito por el que se devuelve el poder a los ciudadanos cada cuatro años.  Los datos que conocemosnos informan de que en España tres de cada diez votantes deciden su voto durante la campaña electoral o el mismo día de las elecciones. Un dato relativo que marca en un calendario temporal el momento de la decisión del voto, pero que no establece una causalidad directa entre campaña y decisión de votar.

La diferencia entre unas elecciones y otras tiene mucho que ver con la gestión emocional de los votantes. Y si hay algo que está caracterizando este momento político es la polarización de nuestros políticos a unos niveles que pocas veces antes hemos vivido. La pandemia del Covid19, su gestión y sus desgraciadas consecuencias personales y económicas handado paso a un estado de enfrentamiento entre los líderes políticos que azuza la controversia y la polarización.

La suma de un conjunto de opiniones similares sobre un asunto debería parecerse en algo a la suma de cada una de ellas. Pero esto,en muchas ocasiones, no es lo que sucede. Analizados individualmente los ciudadanos suelen ser mucho más moderados que tratados como conjuntos de opinión. La tendencia a la conformidad podría ser la explicación. Los ejemplos del fútbol o de los movimientos partidistas son solo un botón de muestra de este proceso.

El ejercicio de la polarización de algunos políticos como instrumento político no es casual. Forma parte de una estrategia de movilización de emociones que suele traer como consecuencia un mayor enfrentamiento y un endurecimiento de posicionespor parte de aquellos que se consideran parte de cada grupo ideológico o de opinión. A medida que avanza la polarización, los miembros de un grupo se vuelven más reacios a opinar de forma divergente y su posibilidad de contradecir el consenso de la tendencia mayoritaria es cada vez menor.

Los movimientos populistas suelen aprovechar estos mecanismos psicosociales para generar ese sesgo que refuerza una falsa sensación de homogeneidad y la idea de que se forma parte de un grupo de consenso que tiene bien fundamentadas sus posiciones. Visto así el ambiente político extremo no es más que la coartada perfecta para hacer creer que hay grandes consensos intragrupales y grandes diferencias en cuestiones centrales con los de enfrente. La cuestión, por tanto, es explicar que la polarización no es la consecuencia, sino la causa de gran parte de nuestros problemas.

 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN