11 de febrero. Ellas también investigan

Publicado: 11/02/2020
Artículo redactado con aportaciones de alumnos y alumnas del IES Los Molinos de Conil, con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Cierra los ojos y piensa en un “científico”. ¿Qué imagen te viene a la mente? Pensaste en un hombre, ¿verdad? ¿Cuántas mujeres científicas eres capaz de nombrar? Posiblemente la única que te venga a la cabeza es la francesa Marie Curie, única mujer que ha ganado dos Premios Nobel y cuyo aniversario de nacimiento sirvió de excusa en su momento para debatir la situación de la mujer investigadora.

Existen días internacionales dedicados a prácticamente todo lo que podamos imaginar. Algunos bastantes peculiares: el día de Winnieh the Pooh, el día de las chanclas; incluso hay un día internacional del oso perezoso. Esto, por desgracia hace que a veces se le de poca importancia a las reivindicaciones verdaderamente importantes. Una de ellas es  la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, hoy 11 de febrero.

Existe el mito de que hay disciplinas que se relacionan con lo masculino porque requieren habilidades intelectuales que se consideran exclusivas en los hombres y que no se entienden como capacidades femeninas. Hay incluso quien cree firmemente que las mujeres son incapaces de adquirir estos conocimientos y habilidades. Durante siglos la existencia de estos estereotipos discriminatorios ha impedido a las niñas el acceso igualitario a una educación en materia científica, y con ello que la mujer desempeñara un papel importante en esta área.

Aunque cada vez se ven más mujeres investigando, todavía es bastante inusual que alcancen puestos altos de responsabilidad. Este dato se ve claramente reflejado en las disciplinas cientificas donde el 61% de los trabajadores son hombres; los estudios muestran que todavía es muy escasa la presencia de mujeres en los cargos de gobierno de universidades y Organismos Públicos de Investigación (21%)

En la ciencia no debe haber hombres o mujeres, debe haber personas apasionadas que trabajen juntas por un mismo objetivo: descubrir leyes que sirvan para comprender los fenómenos que condicionan el mundo y ayudar a hacer de este un lugar justo, sostenible e igualitario.

Al preguntar a nuestras alumnas, las científicas del futuro, su opinión nos encontramos detalles como estos:

“Como mujer no quiero que se determine mi nivel de inteligencia por el color de mi pelo, que se juzguen las dimensiones de mi cuerpo y, sobre todo, me da miedo, muchísimo miedo no encontrar trabajo en un futuro por el mero hecho de ser mujer. Me da miedo que mi salario esté determinado por mi sexo y no por mi formación académica. Me asusta la impresionante presión social que me empuja a quedarme embarazada para poder sentirme realizada como mujer”

“Me aterra la posibilidad de que permitamos un futuro donde el esfuerzo femenino sea socialmente ignorado y que acabe por desmotivarnos para seguir este camino. La ciencia es un tema que me apasiona y no deseo que se nos descatalogue por una cuestión de género sin llegar a valorar nuestras aptitudes”

“Siempre he querido estudiar ciencias, poder formarme en la facultad de medicina de Cádiz y así llegar a ser neuróloga o cirujana como Carla; investigar para curar el cáncer como Lorena; colaborar con Laila desde un laboratorio de química para alcanzar un futuro sostenible o ser veterinaria para ayudar a los animales como Laura. O quizá me pase lo mismo que a Carolina y no tenga muy claro todavía cuál será mi futuro. Pero lo seguro es que pondré todo mi empeño para conseguirlo y tengo muy claro que ser mujer no será una barrera para conseguir todo aquello que me proponga”.

 

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Artículo redactado por los alumnos del IES Los Molinos que participan en las actividades celebradas este día en el instituto

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