La localidad cordobesa de Obejo celebrará este domingo su tradicional romería en honor a su patrón, San Benito, una fiesta religiosa que tiene como protagonistas a la Danza de las Espadas o 'Bachimachía', un evento que hunde sus raíces en el siglo XIV y que se ha convertido en referente cultural y turístico de la provincia, y para el que la Diputación de Córdoba apoya la declaración como de Interés Turístico de Andalucía.
En una rueda de prensa, el portavoz del gobierno en la Diputación de Córdoba, Andrés Lorite, ha destacado que "es un exponente del folclore español y cordobés que tiene una atracción turística cada año más importante. Se representa tres veces al año, en torno a cuarenta danzantes y tiene una música particular realizada con laud, pandereta, guitarra y acordeón".
Lorite ha insistido en que la Diputación de Córdoba "está apostando por la promoción turística de este evento por su singularidad, por su características propias y por su trascendencia a lo largo de la historia, pasando en el transcurso de los siglos de generación en generación".
Según ha precisado, "este gobierno está dándole un impulso muy importante en materia de promoción con eventos como este y culminando, a través del Patronato Provincial, el expediente para la solicitud a la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía la Declaración de Interés Turístico".
Dentro de esta tramitación, realizada en colaboración con el Ayuntamiento de Obejo, Andrés Lorite ha resaltado algunos hitos importantes, como conseguir el apoyo de 107 empresarios del Valle de los Pedroches a través del Centro de Iniciativas Turísticas o promocionar la danza dentro de la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur).
Por su parte, el alcalde de Obejo, Luis Sánchez, ha agradecido el apoyo de la institución provincial a la danza, y ha incidido en la importancia de "dar la difusión que se merece a este baile, uno de los más importantes que hay en España de tipo bélico".
Mientras, el presidente de la Hermandad de San Benito, Antonio Ruiz, ha animado a todos los cordobeses a participar en este día de fiesta, y "contemplar una de las danzas más antiguas e interesantes de toda España".
Esta representación, que se realiza otras dos veces al año, simboliza el arte guerrero de los pueblos bárbaros y en ella intervienen un número variable de danzantes y el maestro, los cuales acompañan, sin parar de bailar, a San Benito en la procesión hacia la ermita.
El momento más esperado del baile es conocido como el 'patatú', en el cual los bailarines simulan ahorcar al maestro de la danza utilizando para ello sus espadas de hierro, entrelazando las espadas unas con otras, quedando la cabeza del maestro apresada entre todas ellas.