El joven acusado de un delito de atentado a la autoridad, tras supuestamente desobedecer y lesionar a un agente policial en los hechos ocurridos la noche del 23 de octubre en la discoteca 'Podium', en Córdoba, donde cinco jóvenes resultaron heridos al registrarse una aglomeración en las puertas de las instalaciones, que contaban con exceso de aforo, ha reconocido los hechos y ha aceptado una pena de seis meses de prisión.
En concreto, las partes han llegado a un acuerdo después de que el joven haya abonado unos 350 euros en concepto de indemnización al agente que lesionó y en este caso se ha conformado con la pena de seis meses de cárcel por el delito de atentado a la autoridad, con la atenuante de reparación del daño.
Según recoge la calificación inicial del fiscal, que pedía dos años de prisión, sobre las 2,10 horas del día 24 de octubre de 2013, el procesado se encontraba en la citada discoteca "vendiendo entradas" para el evento que se celebraba, donde debido a que se congregó en el lugar una gran afluencia de personas y al existir "un grave riesgo" de que se produjera una avalancha humana se requirió intervención policial.
Una vez personados en el lugar los agentes de la Policía Local, éstos, ante el cariz que estaba tomando la situación, avisaron a otros agentes de apoyo y varias ambulancias, pues se estaban produciendo "desvanecimientos" entre los asistentes. Mientras, varias patrullas de Policía Nacional realizaron un cordón de seguridad para evitar la entrada de personas al recinto, contando con "una gran resistencia por los congregados".
No obstante, una vez que consiguen que la mayoría de los asistentes se disuelva, un pequeño grupo de personas se negaban a marcharse manteniendo "una actitud hostil" a la actuación policial, según detalla el fiscal, que apunta que el acusado se encontraba en dicho grupo y "salió dirigiéndose en varias ocasiones a la entrada del local con intención de entrar, abriéndose paso a empujones entre los agentes y desobedeciendo las indicaciones de los mismos".
De este modo, pese a que los agentes se lo impidieron, el procesado, "en un momento determinado y con absoluto desprecio al símbolo de autoridad que representaba", supuestamente se abalanzó contra el agente y le propinó "un fuerte empujón, para a continuación lanzar puñetazos y patadas a los agentes, con intención de impactarles teniendo que ser reducido por la fuerza".
En dicha actuación, uno de los agentes resultó con lesiones en la muñeca izquierda y precisó de una primera asistencia facultativa.