Aunque las infraestructuras ferroviarias y de carreteras son fundamentales para el desarrollo de la provincia de Huelva, en estos tiempos de sequía, las infraestructuras del agua se han convertido también en una prioridad, principalmente para el sector agrícola.
La subdelegada del Gobierno en Huelva, María José Rico, repasa en una entrevista con Viva Huelva la situación en la que se encuentran las infraestructuras hídricas que dependen del Gobierno central y se centra en tres obras fundamentales de cara a futuro.
De un lado, a corto plazo una de las principales demandas del sector agrario es, en el contexto del Convenio de Albufeira, el aporte de agua desde Portugal, a través de la presa de Alqueva, para acabar con el tapón de salinidad y poder hacer uso del bombeo del Bocachanza todo el año.
Al respecto, Rico ha asegurado “desde el Miteco (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) se le trasladó hace 15 días una carta al recién Gobierno portugués constituido y en breve, próximamente, se van a reunir el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, y el ministro de cara a activar otra vez el Bocachanza”.
La subdelegada insiste en que es una promesa que se hizo a los regantes y “lo van a tener”. Además, ha asegurado que “con todo el agua que ha caído, la salinidad ha ido despejándose”.
Rico confía en que se llegue a un acuerdo en esa reunión, pues “pese a que han cambiado los interlocutores, parece que hay buena sintonía, con lo cual el Bocachanza también va a dar un respiro”.
Otra actuación muy demandada durante años y que ya avanza hacia ser una realidad es la del túnel de San Silvestre, de la que la subdelegada afirma que “ya es una realidad en el sentido de que se han terminado las diez prospecciones de las empresas adjudicatarias y ya se ha terminado también todo lo que es el trámite de indemnización a la persona a la que ha sido expropiada la finca de cara a desafectar los servicios previos que tenía: tomas de agua y eléctricas”.
Así, explica que “estaban negociando las partes el importe a indemnizar para que esta persona aborde ahora esa obra y ya se ponga con la Junta de Andalucía a conseguir los permisos, porque las competencias están transferidas en materia de agua y eléctrica, para poder retirar y dejar limpia la finca para que podamos entrar a trapo con el túnel”.
Y una tercera obra fundamental para el sector agrícola es la terminación de la presa de Alcolea, que se quedó a poco más del 20% de ejecución y cuyo principal escollo sería la acidez de las aguas del río Odiel.
“La postura del Gobierno es clara: hay cuatro informes sobre la mesa, muy solventes, por parte del Cedex, de un equipo de investigadores de la Universidad de Huelva y de dos empresas más de Madrid, que dicen que la acidez del agua hace concluir que no es apta para el regadío, por lo que no voy a construir una infraestructura si sé que el agua que vierte no va a ser apta para el riego”, ha explicado la subdelegada.
Para ella, no hay dudas sobre el primer paso a dar: “Vamos a limpiar el cauce del Odiel, es lo más sensato, de estas sustancias ácidas, de esta acumulación de metales, vamos a ver las vías técnicas para hacerlo, la incorporación de dos vasos, hacer un bypass externo, filtrar todo eso”.
Al hilo, insiste en que “el Ministerio defiende que primero hay que abordar todo lo que es la limpieza del cauce, y una vez que está limpia, allá va el Gobierno con toda su artillería a terminar esa presa para que esa agua, que ya es apta para el regadío, la embalsemos y la utilicemos. No de manera simultánea como están pidiendo”.
Esa limpieza le correspondería a la Junta, una administración que, según Rico, es consciente de este problema desde hace tiempo: “El presidente de la Junta de Andalucía y su equipo lo saben, porque el propio Plan Hidrológico de la Demarcación Tinto-Odiel-Piedras (TOP) 22/27 recoge en un epígrafe la inviabilidad del agua para el regadío por la acidez y acumulación de metales”.