El español Carlos Alcaraz sufrió en su debut en hierba, pero consiguió remontar y doblegar al francés Arthur Rinderknech por 4-6, 7-5 y 7-6 (3) para comenzar con victoria su andadura en Queen's.
El murciano, que se estrenaba en el club londinense tras tres días de entrenamientos, necesitó de set y medio para aclimatarse a la superficie y para descifrar el juego de su rival, el espigado y agresivo Rinderknech, que subió a la red más de 70 veces y no paró de poner en apuros a Alcaraz.
El número dos del mundo se había imaginado un partido completamente distinto, puesto que en su cabeza el rival iba a ser el adolescente Arthur Fils, quien se bajó del torneo dos horas antes del comienzo del partido y permitió la entrada de Rinderknech como 'lucky loser'.
El cambio de rival no era baladí, puesto que supuso la entrada en escena de Rinderknech, un sacador de más caché y que había tenido la mala suerte de toparse en la última ronda de la fase previa con Grigor Dimitrov, quien ganó en estas pistas en 2014.
Alcaraz ya sabía lo que era ganar al galo, en un contexto completamente distinto -US Open 2021- y ya entonces había supuesto un rompecabezas y le había arrebatado un set. Ahora la situación era muy diferente, con un Alcaraz aclamado en la pista y como superfavorito ante un Rinderknech que no tenía apoyos ni en su banquillo, completamente desierto.
Pero esto para Alcaraz no era un trámite, era una lucha contra la superficie y contra el juego directo de su rival. Tras seis juegos de tanteo y de entender que no iba a ser un paseo por el campo, Alcaraz desaprovechó tres puntos de rotura y comenzó el descarrile. El murciano jugó cuatro errores no forzados seguidos en el octavo juego y regaló su saque.
El francés, poco acostumbrado a las heroicidades, tembló, al tener el set ante sí, y no fue capaz de cerrar, devolviendo el favor a un Alcaraz que después de enganchar tres restos ganadores para romper el saque de su rival, volvió a entregar el suyo.
La gira de hierba comenzaba con susto, ahora quedaba descifrar si también con drama. Es lo que tiene esta superficie; dos fallos y el set está perdido. El margen de maniobra aun así, era grande, porque el tenis de Alcaraz estaba lejos de su ritmo habitual, pero o el francés abría ventanas con su servicio, o el naufragio sería irremediable.
Así fue estrechándose el cerco. Saque tras saque, a Alcaraz se le agotaban las opciones de arañar un 'break'. Hasta que con 5-4 a favor del francés, este se puso a tres puntos de ganar el partido. Tensión máxima que Alcaraz desembarazó con un servicio que trastabilleó al galo y le hizo caer al suelo.
No se dañó, pero sí perdió la concentración. Perdió los tres juegos siguientes y el partido encontró un balance en el que Alcaraz, por cabeza, tenía las de triunfar. La efervescencia del galo se había diluido y hasta él se veía con las de perder.
Estuvo a punto de irse del todo al conceder un 15-40 nada más comenzar el set definitivo, pero su servicio le cogió de la pechera y le devolvió al partido. Fue un rebote de confianza para el francés, que, por segunda vez en el encuentro, quebró el saque de Alcaraz y disparó las alarmas de nuevo. Ya no necesitaba más 'breaks', con aguantar cuatro servicios tendría la primera victoria ante un 'top 10' de su carrera. Pero eso era mucha presión y Alcaraz resurgió.
Del 0-2 se pasó al 2-2 y el partido se equilibró completamente. Rinderknech salvó dos bolas de rotura, Alcaraz un 15-30... Todo se encaminó al 'tie break', el desenlace más lógico.
Y ahí, se impone la cordura de Alcaraz. El murciano dio un golpe al desempate en el primer punto, con un intercambio espectacular que resolvió patinando por el suelo, y ya no perdió la ventaja. En poco más de dos horas y media, cerró su quinta victoria en esta superficie, la primera fuera de Wimbledon.
Con este triunfo, Alcaraz, que se medirá a Jiri Lehecka en segunda ronda, mantiene viva la esperanza de llegar número uno a Wimbledon. Necesitará cuatro victorias más para arrebatar el cetro a Djokovic.