El danés Mads Pedersen (Lidl Trek) evitó el póker de Jasper Philipsen con un poderoso esprint que le permitió imponerse en la octava etapa, disputada entre Libourne y Limoges, de 200,7 km, en la que mantuvo el liderato Jonas Vingegaard y Mark Cavendish se retiró por una caída que le impedirá superar el récord de 34 victorias que comparte con Eddy Merck.
Pedersen cortó el paso de Philipsen en una llegada muy disputada en la que el ciclista de Tollose, de 27 años, desplegó todo su potencial para lograr su segundo triunfo en un Tour por delante del monstruo belga y de Wout Van Aert, de nuevo con la miel en los labios.
No estuvo en la pelea Mark Cavendish, en esos momentos camino del hospital para comprobar los daños de una frustrante caída que sepultó sus ilusiones de récord. Tampoco el español Alex Aranburu, el ganador del Tour del Limousin que tenía marcada esta etapa para sorprender.
Los favoritos llegaron juntos, con Pogacar implicado en el esprint décimo en meta. Vingegaard mantuvo el jersey amarillo la víspera del Puy de Dôme con 25 segundos sobre el esloveno y 1.34 minutos respecto al australiano Jai Hindley. El español Carlos Rodríguez avanzó a la cuarta plaza por la pérdida de 47 segundos de Simon Yates, implicado en una caída con Mikel Landa, quien se dejó el mismo tiempo.
Landa, en caída libre, pasó al decimocuarto a 6.36, adelantado por su compañero Pello Bilbao, duodécimo a 6.10.
CAVENDISH SE DESPIDE DEL TOUR Y DEL RÉCORD POR UNA CAÍDA
La séptima etapa partió de Libourne, en Aquitania, con el aliciente de un nuevo esprint y la posibilidad de ver al británico Mark Cavendish batir el récord de 34 victorias que comparte con el mítico Eddy Merckx. Por desgracia, el "Expreso de Man" se dejó en una dura caída a 63 km de meta la ilusión que le hizo renunciar a una jubilación anticipada del ciclismo.
Cavendish, de 38 años, se estrelló contra el asfalto junto al español Pello Bilbao. El vizcaíno se levantó y siguió en carrera, el mejor esprinter de todos los tiempos se echó una mano a la clavícula derecha, bajó la cabeza y se subió al coche del equipo. Lágrimas, frustración, rabia. "Cav" se quedó sin Tour, sin récord y con una incógnita sobre la reanudación de una carrera deportiva que inició hace 18 años.
Camino de Limoges, la "Ciudad de la porcelana", la figura del ciclismo británico se hizo añicos. Para la historia la imágen de la impotencia de uno de los más carismáticos corredores del ciclismo moderno, en un día de intenso calor, previo a la etapa del Puy de Dôme, donde el Tour retomará el duelo entre Vingegaard y Pogacar.
Cavendish se bajó de la bicicleta con datos llamativos, ha recorrido un total de 60.100 km en 365 etapas disputadas en 23 grandes vueltas, lo que equivale a dar 1,5 veces la vuelta al mundo.
PEDERSEN GANA EL PULSO A PHILIPSEN
El recorrido ofrecía una primera parte llana y una segunda ondulada que permitía pronosticar algo diferente a un esprint masivo, con una recta final en ligero ascenso. Hasta el km 34 no se formó la escapada, esta vez con el "tractor" del Soudal Tim Declercq y los franceses Delaplace (Arkéa) y Turgis (TotalEnergies).
La fuga entró en la zona de las pequeñas cotas, superó la de Champs-Romain (3a) y la de Masmont (4a) con esperanzas nulas de llegar a Limoges. El pelotón ya iba con instinto de caza a escasos 40 segundos. El Jumbo de Vingegaard ya iba montando su estrategia para llevar a Van Aert a posiciones de combate para el esprint.
El Jumbo terminó de fundir la fuga a 7 de meta con Turgis como último rebelde, apenas superada la tachuela de Condat-sur-Vienne. Otra historia comenzaba. La carrera se volvió loca, ritmo frenético y pelea en la búsqueda de la mejor posición para lanzar a los candidatos al esprint.
El Lidl Trek lanzó sus cartas para Pedersen, de nuevo el Alpecin utilizó a Van de Poel como lanzacohetes para Philipsen, y el Jumbo, con Vingegaard en el protocolo, aunque de lejos, puso a Van Aert en la recta para fajarse con sus rivales.
Pedersen, campeón del mundo 2019, el hombre que heredó el maillot arcoíris de Alejandro Valverde, atacó de lejos y tomó la delantera, aguantó el acoso de Philipsen y se llevó el botín en Limoges. El ganador de 3 etapas en la Vuelta y de clásicas como la Kuurne Bruslas, levantó los brazos por segunda vez en la "Grande boucle", y por cuarta en la temporada, una de ellas en el Giro.
Este domingo cita con la montaña y la historia en el Macizo Central con la novena etapa, entre Saint-Léonard-de-Noblat y la cima del Puy de Dôme, de 182,4 km, segundo final en alto en la presente edición. Jornada para la batalla entre los hombres de la general. Para ir calentando motores las cotas de Felletin (4a, 2,1 km al 5,2), Pontcharraud (4a, 3,3 km al 5,3) y Pontaumur (3a, 3,3 km al 5,3).
Para el final, el mítico Puy de Dôme (Especial, 13,3 km al 7,7), donde la historia marcó a fuego el duelo entre Anquetil y Poulidor en 1964, en una etapa que se llevó finalmente un español, el inolvidable Julio Jiménez, "El relojero de Ávila".