No se guardarán nada ni Sevilla, ni Mallorca, en el partido de ida de los octavos de final de Copa que esta noche enfrentará ambos en tierras baleares. Principalmente, porque ni Míchel, ni Caparrós, andan como para tirar cohetes. Padecen el síndrome del entrenador casi sentenciado, uno porque con un plantel que aspira a Europa suma un 8 de 30 puntos y el otro, un 3 de 30 en Liga.
La obligación de ganar y convencer, para reaccionar en el campeonato doméstico, se ha convertido en una auténtica necesidad en un duelo, que probablemente con otros derroteros pintaría distinto. No habría tantos titulares sobre el césped.
Además, el caramelo de entrar de lleno en las últimas rondas copera, los cuartos, priman para extramotivar a los 22 futbolistas que vistan de corto esta noche. Para ello, los sevillistas no especularán en la ida. Con Palop en portería como confirmaba el propio Míchel. Línea defensiva formada por Fazio y Botía. Y Coke gana enteros en la diestra. Por lo demás, el once tipo. Con la única duda en punta. Si apostará de nuevo por Babá o forzará para que Negredo juegue de inicio. Perotti y Spahic se quedan en casa. En frente, viejos conocidos, una vez más, como son Caparrós, Alejandro Alfaro o Martí.
Por cierto, sólo una vez eliminó el técnico utrerano a su ex equipo en Copa. Fue con el Athletic en semifinales. Por su parte, Sevilla y Mallorca se han encontrado en esta competición hasta en seis ocasiones, la última data de 1986. En dichas eliminatorias, el Sevilla es el gran vencedor. Logró el pase hasta en cinco veces. Eso sí, en los seis choques jugados en Mallorca los nervionenses nunca obtuvieron la victoria (dos empates y cuatro derrotas). La suerte está echada.
Trochowski, ya en Sevilla
El centrocampista alemán prosigue con su larga recuperación, pero el lunes daba un pasito más. Trochowski, tras ser intervenido en Denver (EEUU) a finales de octubre ha regresado a Sevilla para establecer su segunda fase de recuperación con los servicios médicos del club.