El Lagun Aro GBC dio la sorpresa de la jornada y venció contra pronóstico al Valencia Basket para soñar con una permanencia que parecía una quimera tras la mala imagen de los últimos partidos.
El equipo guipuzcoano toma aire de esta forma con una victoria ante un equipo valenciano superado por la motivación y el acierto de Qyntel Woods.
Los donostiarras venían de encajar en Barcelona la derrota más amplia de su historia en la Liga Endesa, con el equipo roto en su moral y su fundador, presidente de honor y mayor aficionado, Miguel Santos, en la cama de un hospital tras un accidente de tráfico.
Nadie puede explicar la conversión del equipo dubitativo y sin recursos de hace una semana en una máquina defensiva que frenó al poderoso y físico Valencia Basket, en el que sólo brillaron Doelmman y Martínez.
El conjunto de Perasovic no podía prever que el local Woods se iba a salir en su mejor valoración de la temporada y le iba a dar la razón al técnico Sito Alonso, que en su día declaró que era el mejor jugador que había tenido a sus órdenes.
Con el americano machacando desde el perímetro, Papamakarios mostrando su mejor versión y el pívot Doblas haciendo daño bajo aros, los vascos marcaron el camino del triunfo con una excelente defensa que maniató al conjunto levantino.
El partido estuvo, no obstante, muy igualado en su desarrollo y se definió en el tramo final, cuando Doelmann estableció un 70-68 que parecía abocar el partido a una prórroga.
El público de Illumbe volvió a enfrentarse a todos sus fantasmas de la temporada, pero Doblas y Salgado resolvieron en los últimos segundos un partido en el que Lagun Aro mereció un triunfo que le da moral para afrontar la segunda vuelta y seguir soñando en clave ACB.
