El partido que el miércoles está obligado a acometer el Sevilla llega en el momento más tenebroso de la última década nervionense. Los de Míchel viajarán a la Romareda para cumplir con la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey frente al Zaragoza de Manolo Jiménez.


El ex sevillista está motivado no, lo siguiente. En su entorno apuntan al que el de Arahal tiene señalado el duelo como uno de los más importantes de su carrera. Y es que a pesar de correrle sangre sevillista, Jiménez tiene varias espinas clavadas tras su paso por el banquillo del Pizjuán, lugar en el que se sintió maltratado por muchos.


El tiempo parece que le está dando la razón. En Zaragoza es tratado como un poderoso caballero y sus razones tienen. Pero este gladiador del fútbol tiene ahora un único objetivo, arrebatarle el prestigio a aquel mismo que en su día se lo robó. Y es que no sólo quiere derrocar al Sevilla, sino también a Del Nido.