El asunto de los entrenadores que ocupan el banquillo del Sevilla desde la salida de Juande Ramos se está convirtiendo en un auténtico rosario. Algo tienen que tener de especial Del Nido y Monchi que son capaces de convencer a todo aquel que dirige los destinos de la entidad sevillista sobre el césped; de que dispone de una plantilla que roza la perfección.
Unai Emery continúa la estela de una ristra de técnicos que ven calidad suficiente en el plantel nervionense como para poder alcanzar los objetivos y las cotas europeas para las que, en teoría, se ha confeccionado el actual bloque de jugadores de los que dispone: "Quiero que el Sevilla esté en el lugar donde más cómodo se encuentra. Sabiendo que no es fácil, debemos estar en Europa. Estoy contento con la plantilla, aunque en momentos puntuales haya estado por debajo de lo esperado”, declaraba en las ondas de
Canal Sur Radio.
El tropiezo en el Ciudad de Valencia frente al Levante dejó un mal sabor de boca generalizado que además, mostraba una vez más, la nula productividad en materia de puntos del Sevilla a domicilio durante esta campaña; algo que el entrenador vasco analizaba con una perspectiva particular: "Si jugamos ese partido diez veces, ganamos cinco, empatamos dos y perdemos tres. Había que hacer algo más, pero estoy seguro de que en esa línea de mejoría se encontrará la solución para los resultados”.
Por último, cuestionado por el rendimiento de Babá de Diawará desde su llegada al club de Nervión para competir por un puesto en la delantera sevillista junto a Álvaro Negredo; la contestación de Emery ha dejado entrever cierta condescendencia a la hora de evaluar al atacante senegalés: "No está dando su mejor rendimiento y no ha dado su mejor versión. En el Sevilla siempre hay algo más de exigencia y presión, hay que recordar la experiencia de Koné. En Babá no lo hemos visto pero no podemos decir que no vale porque su rendimiento no haya sido acorde”.
La prueba de fuego del derbi se acerca aunque antes, el próximo lunes, aterrizarán en Sevilla una vez más Bielsa y su Athletic para dar guerra.