Brian Oliván es uno de los fijos en las alineaciones de Álvaro Cervera. Pese a que Luis Ruiz ha cumplido bien cuando ha jugado, sus molestias físicas y el buen momento del lateral cedido por el Granada hacen que el carril zurdo tenga nombre y apellidos fijos cada semana.
Pero ni su buen rendimiento personal ni la gran marcha del equipo han hecho que Oliván caiga en el siempre peligroso exceso de confianza. De hecho, insiste en que el objetivo del equipo “sumar 50 puntos y luego ya veremos otras cosas porque obligatoriamente tiene que ser así”.
“Ahora vienen dos partidos consecutivos en casa y los rivales saben que el Carranza es un campo difícil”, apunta el lateral izquierdo, que considera al Valladolid, rival de esta semana, un equipo “difícil y trabajado, con una buena plantilla”. “Será un partido complicado y bonito a la vez”, augura el defensor, que formó parte del cuadro vallisoletano antes de ser fichado por el filial del Granada.
Pase lo que pase, el Cádiz estará entre los primeros tras esta jornada y eso ayuda a subir la creencia en las propias posibilidades de un equipo que ya gana incluso cuando no tiene su mejor tarde, como en Elche: “te genera confianza que no jugando bien del todo se saquen partidos”.
“Hemos hecho autocrítica, sabemos que hicimos cosas bien y cosas mal, pero no debemos tirarnos flores por la victoria, que era lo ideal para seguir creciendo”, explica Brian Oliván, reconociendo que “sacamos nuestro orgullo y nos acompañó esa pizca de suerte necesaria para lograr unos tres puntos muy importantes”.