La chirigota de San José de la Rinconada arrancó la presentación presumiendo de un rico léxico que daba pie a una original forma de tener golpes cómicos a la hora de transformar lo cantado en vulgarismos.
La tanda de pasodobles estuvo dedicada, primero, al acento andaluz, mostrándose orgulloso de él y defendiéndolo a capa y espada; el segundo, a la lucha feminista.
Los cuplés rebajaron un poco el nivel de la actuación. Para Chabelita y para la propia idea de la agrupación, cambiando el vocabulario gaditano. Lo mejor, el estribillo. Muy bueno para la calle.