Corría el año 2008, cuando ante la gran petición de las hermandades para solicitar el nombramiento de calles con el nombre de sus titulares al Ayuntamiento, por distintos aniversarios que se celebraron durante esos años, el mismo decidió ceder las calles de una urbanización que se iba a construir en los terrenos de la antigua bodega del Pino de Terry, junto a la glorieta del 501 en la antigua N-IV, a las hermandades de penitencia de la ciudad para que las mismas llevaran el nombre de cada una de ellas.
El proceso para elegir la ubicación de las calles se realizó durante un pleno extraordinario con los hermanos mayores en la sede del consejo de la calle Pagador, cuando su presidente aun era Gonzalo Ganaza, y fue por sorteo con los planos de la futura urbanización sobre la mesa.
En ese mismo pleno se habló de un acto para la inauguración de las mismas, cosa que aun no se ha llevado a cabo, puede ser porque solo están edificados una primera fase de pisos, un bloque o simplemente porque ha caído en el olvido.
Las diez hermandades de penitencia, más la del Resucitado como gloria, tienen su calle su calle en El Puerto.
Avenidas de la Hermandad de la Misericordia y de la Oración en el Huerto, además de las calles de las Hermandades del Dolor y Sacrificio, Afligidos, Nazareno, Humildad, Resucitado, Flagelación, La Soledad, de la Vera Cruz y la Borriquita, son las que forman esta curiosa urbanización poco conocida por los cofrades de la ciudad.
Otra urbanización en la ciudad con nombres de, en este caso, devociones marianas, se encuentra en la zona de Cuatro Pinos, con calles como Virgen de la Macarena, del Rocío, de la Cinta, de la Almudena, de la Encarnación, del Carmen, de la Estrella, de la Soledad, de la Candelaria, de las Angustias o de Fátima.