Ante la reciente problemática originada en torno al pliego de condiciones de la Plaza de Toros, la portavoz del equipo de Gobierno, Patricia Ybarra, ha abordado determinados asuntos, a colación de las últimas declaraciones realizadas por el grupo socialistas y la petición de cese del concejal de Cultura y Fiestas, Millán Alegre.
En este sentido, Ybarra explica que “el pliego del coso taurino portuense se aprobó en el Pleno, donde quedó constancia de las aportaciones del PSOE que se habían admitido e incluido en el mismo, y la razón por la que se rechazaron otras como la ilegalidad de pedir un canon cero al empresario adjudicatario”. Además, apunta que en dicho Pleno hubo cruces de acusaciones; por un lado, el PSOE insinuando que el pliego estaba “hecho a la medida” de uno de los empresarios a los que ahora hacen el juego los socialistas; y, de otro, acusando, con capacidad de probarlo, al grupo socialista, de haber filtrado el pliego a un medio de comunicación”.
La portavoz del equipo de Gobierno ha destacado que “es muy curioso que el PSOE pidiera canon cero, que supondría una cesión gratuita de la Plaza de Toros para beneficio exclusivamente del empresario; así como resulta igual de llamativo que salgan no ya criticando el pliego sino yendo más allá, pidiendo la dimisión de Millán Alegre, porque un empresario lo critique”. Es más, reseña que “el empresario que ahora tacha al pliego de condiciones de barbaridad y lo tilda de inasumible fue el mismo al que los socialistas insinuaron en el Pleno que se le había hecho a medida y que sería el mayor beneficiado de triunfar”.
Es por ello por lo que Patricia Ybarra aconseja que “lo mejor que pueden hacer el secretario de Organización, Manuel Herrera, y el portavoz del grupo, David de la Encina, es dejar el tema taurino, porque cada vez que saltan al ruedo su faena sólo sirve para perjudicar a El Puerto”.
La polémica surgió a raíz de unas declaraciones realizadas por dos empresarios taurinos en las que, según señaló Millán Alegre, se “desacreditaba el pliego como estrategia premeditada para desanimar a los demás empresarios interesados”.
