La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía ha publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) un concurso público para la puesta en valor de la salina de San José en el Parque Natural Bahía de Cádiz y a través de esta convocatoria se determinará el orden de preferencia para optar a la concesión administrativa sobre el dominio público marítimo terrestre de este enclave, ubicado en el término municipal de El Puerto de Santa María.
En una nota, la Consejería ha afirmado que las personas físicas o jurídicas interesadas en resultar adjudicatarias de la concesión en esta convocatoria tienen un mes de plazo para presentar sus solicitudes ante la Delegación Territorial en Cádiz.
Su delegado, Daniel Sánchez, ha valorado la publicación de esta convocatoria "para contribuir al mantenimiento de esta salina, a la puesta en valor de un ámbito precioso y al desarrollo económico de la zona" y ha añadido que "la red de senderos existente va a seguir siendo de uso público".
La salina de San José fue usada como vertedero de diferentes tipos de residuos y catalogada como área degradada del Parque Natural Bahía de Cádiz. En los últimos años ha sido objeto de varias actuaciones públicas para corregir esta situación, primero destinadas a retirar los residuos y levantar un cerramiento para evitar la deposición de otros nuevos, y finalmente para su mejora ambiental y recuperación funcional.
Estas inversiones han derivado en la existencia de una salina pública capaz de albergar actividades de muy diversa índole.
Los participantes en el proceso selectivo optarán a la concesión de 111.000 metros cuadrados por un periodo de 15 años, que podrían prorrogarse por periodos similares hasta un máximo de 75 años. El concesionario final deberá desarrollar una serie de actividades básicas como obtener sal, desarrollar actividades de educación ambiental y ofertar actividades de turismo activo o de naturaleza.
Adicionalmente podrá explotar los recursos acuícolas de los esteros (peces, camarones, cangrejos, etc). La salina también podría albergar un largo listado de actividades complementarias a las anteriores entre las que se apuntan: el turismo de experiencia vinculado a la cultura salinera, el alquiler de piraguas, bicicletas y similares, las rutas en embarcación neumática por el río Guadalete, la oferta de servicios de restauración o avituallamiento, el desarrollo actividades propias de un spa salino natural o la instalación de equipamiento para la observación y fotografía de avifauna.
Como contraprestación, además del desarrollo de las actividades básicas, los gestores deberán mantener el dominio público terrestre otorgado en concesión, garantizar el uso público de los senderos existentes y mantener un adecuado nivel de calidad ambiental de las aguas y de la ribera del mar.
Por último, en función del balance económico del proyecto ganador, el Estado podrá imponer un canon de ocupación.