"Muchos creen que cualquier persona que se convierte en presidente debe eliminar a aquellos que le ayudaron durante su carrera política. A mí no me educaron así y no creo que eso sea correcto", afirmó Medvedev durante un intervención en directo por el canal de televisión "Rossía-24".
Medvedev, a quien Putin ya ha adelantado que propondrá como jefe del Ejecutivo si gana las elecciones presidenciales de marzo próximo, aludió a la profunda decepción que causó entre sus partidarios su decisión de abandonar el Kremlin.
"Somos políticos pragmáticos, no fantasiosos. Mi rating y el nivel de confianza en mí persona como presidente y el de Vladimir Putin es más alto que el de cualquier otro político, pero el suyo es mayor que el mío", dijo.
Medvedev repitió así argumento de que la mayoría de los rusos prefieren que sea Putin quien asuma la jefatura del Estado, aunque insistió en que nunca mintió al declarar que le hubiera gustado seguir al frente del Kremlin.
"En lo que se refiere a los puntos de vista políticos somos muy cercanos y, en la vida diaria, puede ser que algunos no se lo crean, pero nosotros no somos contrincantes, sino camaradas y amigos ya durante 20 años", comentó.
El presidente ruso, quien considera que el mantenimiento del actual tándem "no es un retorno al pasado", sino garantía de estabilidad, aseguró que si no hubiera sido por Putin, él nunca hubiera llegado a ser el máximo dirigente del país.
Este fue el primer acto de la campaña electoral de Medvedev, que encabezará la lista del partido oficialista Rusia Unida (RU) en los comicios parlamentarios de diciembre, en las que todos los sondeos coinciden al señalar que renovará la mayoría absoluta.
"No tengo intención de abandonar la política. No tengo derecho a decepcionar a los millones de personas que me auparon al poder, que confiaron en mí su futuro (...) y que creen en la necesidad de reformar nuestro Estado, economía y sociedad", dijo.
Medvedev adelantó su intención de "formar un Gobierno con gente absolutamente nueva" y de "librarse" de aquellos apegados a los viejos métodos, que desoyen al pueblo y a los que no sepan utilizar las nuevas tecnologías, independientemente de que "hayan hecho grandes méritos".
"Esos (altos funcionarios) ya no van con los tiempos. Esto han cambiado", dijo el presidente, que destituyó recientemente al todopoderoso ministro de Finanzas, Alexei Kudrin, que criticó el drástico aumento del gasto militar.
Además, insistió en que las reformas proseguirán en los próximos años, pero que estos serán graduales y transcurrirán "sin dramatismos".
"Queremos cambios radicales en el sistema político, que todo ocurra más rápido, pero esto no es posible. Vamos mirar a la verdad a los ojos. Seguiremos reformando el sistema político, la administración estatal y la economía, y continuaremos la humanización de la sociedad", dijo.
Medvedev puso el ejemplo de las revoluciones en los países árabes y recordó que los dirigentes de esos países, "digan lo que digan", contaban con el respaldo de "sectores significativos de la sociedad".
No obstante, advirtió que la reticencia de esos dirigentes árabes a reformar el sistema político y económico de sus respectivos países fue la causa de su derrocamiento.
"Debemos crear nuestro propio sistema política democrático y moderno que no sea un calco del modelo vigente en Estados Unidos u otros países. El que no cambie acabará en el basurero de la historia", dijo.
Por ello, destacó la necesidad de que Rusia Unida aumente su representatividad en la sociedad y abogó por que el país cuente con varias formaciones políticas fuertes y no con una sola, como en estos momentos.
Medvedev recordó que el Partido Comunista de la Unión Soviética también creyó que estaba por encima del bien y el mal, y adelantó que RU será profundamente reformada, aunque logre de nuevo la mayoría en la Duma, algo que calificó de "muy probable".
Precisamente, ese partido anunció hoy oficialmente la candidatura de Putin a las elecciones presidenciales que se celebrarán en marzo de 2012 y desglosó un programa electoral que recoge muchas de las propuestas modernizadoras de Medvédev.
La oposición augura un nuevo retroceso de las libertades con Putin, que podría permanecer en el Kremlin hasta 2024, merced a la reforma constitucional introducida por Medvedev, que aumentó de cuatro a seis años el mandato presidencial.