La banda terrorista ETA afirma que su "desarme está en la agenda" y que el cese de su actividad armada es resultado de una reflexión iniciada hace una década. Además, destaca que no se sentará en una mesa de negociación política" porque es la sociedad vasca la que tiene "la clave de los avances".

En una entrevista que publicará el diario Gara en su edición del viernes, de la que ha adelantado un fragmento, portavoces de la banda terrorista responden a las interrogantes planteadas sobre su decisión de renunciar a la violencia, como anunció el pasado 20 de octubre, y explican que se trata del resultado de un proceso de reflexión iniciado hace al menos una década, pero que no ha sido "estructurado y lineal".

ETA asegura que la decisión sobre "la lucha armada no era sencilla" y admite "el gran sentimiento de responsabilidad" que le provoca la declaración del 20 de octubre, que, "por su nivel, ven equiparable sólo a dos momentos anteriores: la propia creación de ETA y la decisión de continuar con la lucha armada tras la muerte de Franco", según dice Gara.

La banda habla también de su relación con los agentes internacionales y, según adelanta el diario, "arroja más luz" sobre la Declaración de Aiete. Asimismo, explica cuál es su posición actual ante el Estado español y, más en concreto, ante la probable llegada del PP a La Moncloa.

Para ETA, "la clave de los avances" está en la sociedad vasca y destaca que "no estará sentada en la mesa de la negociación política". Asimismo, "anticipa otros escenarios posibles", como, por ejemplo, qué cree que ocurriría si el Estado español optara "por intentar bloquear completamente la situación".

RECURRE A LA ENTREVISTA

Se trata de la primera comunicación pública de la banda terrorista desde que el pasado 20 de octubre anunciase el cese definitivo de su actividad armada al tiempo que instaba a los gobiernos de España y Francia a una nueva negociación.

La última vez que ETA empleó el modo de entrevista para transmitir sus mensajes fue el 25 de septiembre de 2010, el mismo día de la firma del Acuerdo de Gernika donde la izquierda abertzale le exigió un alto el fuego.

En aquella última entrevista publicada también por el diario Gara, la organización criminal condicionaba la declaración de una tregua permanente a que antes se diesen avances en una negociación.