Estos objetos de vidrio han sido datados en contextos arqueológicos a partir de la Edad Media, pertenecen al Museo de la Alhambra y han ido apareciendo a lo largo de los años, incluyéndose posteriormente dentro de los fondos del museo.
La asiduidad con que estas piezas suelen aparecer se explica una vez conocido su uso, en relación a la producción de la seda, que alcanzó un gran desarrollo en el reino nazarí, perdurando incluso hasta el siglo XIX, según informa en un comunicado el Patronato de la Alhambra.
La función de estas piezas es claramente de índole industrial, formando parte del torno con el que se realizaba el torcido de los hilos de seda. No son piezas de un gran valor estético, ya que eran reproducidas en serie, mediante moldeado, permitiendo de este modo cubrir las necesidades de una producción muy importante.
Las diferencias que se pueden apreciar entre ellas se deben tanto a las materias primas utilizadas como al proceso de fabricación. Entre las razones que se pueden encontrar para su uso podría ser la dureza del material y el abaratamiento del coste que supone su fabricación.
En esta exposición se explicará, entre otras cosas, el proceso y evolución de la elaboración de hilos de seda y la función que estas piezas tuvieron dentro del torno de hilar.
