El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha concluido una investigación de dos años que saca a la luz las acciones heroicas que desplegó un grupo de 18 diplomáticos y funcionarios del Servicio Exterior español para salvar de la persecución nazi a unos 8.000 judíos durante el Holocausto.
Dirigida por el experto en temas sobre los judíos en el siglo XX y vicepresidente de la consultora de Comunicación ACH, José Antonio Lisbona, los resultados de este trabajo se exhiben desde este jueves en el Palacio de Santa Cruz, que acoge la exposición 'Más allá del deber', inaugurada por el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, impulsor de la iniciativa.
La investigación ha analizado la actuación de más de 125 funcionarios del Servicio Exterior español durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y ha identificado a 18 a los que se puede considerar "héroes o salvadores", cuyas intervenciones, realizadas con la máxima discreción pues ponían en riesgo su carrera y su propia vida y la de sus familiares, han permanecido "injustamente" en el anonimato, ha explicado a la prensa Lisbona.
Entre las muchas historias sobre las que arroja luz la investigación, Lisbona ha destacado, entre otras, la que protagonizó el cónsul general de España en París Bernardo Rolland y de Miota, quien, en octubre de 1940 se opuso a aplicar las ordenanzas antisemitas de la administración militar alemana sobre los ciudadanos españoles de origen judío.
Con la máxima discreción, consiguió repatriar a España a 126 judíos, en ocasiones en vagones reservados a Falange en los trenes que semanalmente salían desde París. En ese grupo figuraba Daniel Carasso, propietario entonces de Danone. Su hermana Flora, en cambio, fue deportada a Auschwitz, pues al casarse con un griego había perdido su nacionalidad española.
EL RESCATE DE UN FUTURO PRIMER MINISTRO
El hijo del pintor vasco Ignacio Zuloaga, Antonio Zuloaga Dethomas, es otro de esos 18 héroes. Como agregado de prensa en la Embajada en París y Vichy, colaboró con la Resistencia y facilitó la huida a España de numerosos resistentes y de prominentes judíos franceses, entre ellos René Mayer, que fue primer ministro de Francia en 1953.
Algunos de estos héroes sufrieron represalias por su defensa de los judíos. Ese fue el caso de Julio Palencia y Alvarez-Tubau, ministro en la Embajada en Sofía, y quien adoptó a los dos hijos del sefardita León Arié, después de que fuera ejecutado. Esa actuación humanitaria le valió la expulsión del país tras ser declarado 'persona non grata' por el Gobierno búlgaro.
También fue castigado Eduardo Propper y de Callejón, que después de entregar 2.000 visados desde el Consulado en Burdeos -según estimaciones de Lisbona, pues los libros de registro del Consulado desaparecieron-- el ministro Ramón Serrano le envía al Consulado de Larache, en Marruecos.
Lisbona, que ya empezó a investigar sobre este tema allá por los años 80, ha trabajado en estos dos últimos años con documentación del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, pero también con papeles que pertenecen a las familias de estos funcionarios. Mucha de esta documentación estaba guardada en el Ministerio en carpetas donde se podía leer 'No prestar a los investigadores'.
El investigador explica que estas anotaciones las hizo el régimen franquista, que, para intentar acercarse a Occidente, "creó el mito" de que la salvación de judíos había sido una operación dirigida por Franco, cuando en realidad correspondió a un comportamiento individual de estos profesionales, en ocasiones contraviniendo órdenes de su Gobierno.
EL ABUELO Y BISABUELO DE GALLARDÓN
Entre este grupo de héroes figuran el abuelo y bisabuelo del exministro de Justicia y exalcalde de Madrid Alberto Ruiz Gallardón, que ha asistido a la inauguración de la exposición. Su bisabuelo, José Rojas y Moreno, conde de Casa Rojas, también salvó la vida y los bienes de decenas de judíos españoles desde la Embajada en Bucarest, donde contó con el apoyo de su hijo, que trabajaba como agregado comercial. Rojas y Moreno consiguió, gracias a sus contactos con las autoridades rumanas, que no se aplicaran las leyes antisemitas a los 110 judíos españoles que vivían en ese país.
La investigación también se extiende más allá del Holocausto para poner en valor, por ejemplo, la actuación del embajador de España en El Cairo entre 1966 y 1972, Angel Sagaz Zubelzu, que consiguió sacar de Egipto a más de 1.500 judíos. De entre ellos, 620 fueron liberados de cárceles o campos de concentración. O la más reciente operación para evacuar de Bosnia en el 92 a 247 judíos.
En la inauguración de la exposición, el ministro García-Margallo ha pedido que el "ejemplo" de estos funcionarios nos sirva de "fuente de inspiración" en un momento en que la sociedad española está "ávida de referentes morales".
Al acto han asistido el embajador de Israel en España, Alon Bar, que se ha mostrado muy satisfecho con la exposición; el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Querub; el presidente honorario de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto, Yehuda*Bauer, y familiares de los funcionarios reconocidos en este trabajo.
El hijo del diplomático Angel Sanz Briz -que concedió hasta 300 salvoconductos a judíos de origen sefardí como encargado de negocios en Budapest--, Juan Carlos Sanz, ha agradecido el trabajo de investigación y la organización de la exposición porque, ha dicho, "ayuda a no olvidar". "A sus familiares nos satisface que se les recuerde e inspiren a otros a seguir su ejemplo en conflictos internacionales donde las personas siguen siendo perseguidas", ha señalado.