“Estamos satisfechos de cómo van las cosas”, dijo a los periodistas la portavoz del CNA, Jessie Duarte, al saber que su partido rondaba el 66% de los votos, mientras Zuma cantaba y bailaba con sus seguidores en la fiesta organizada por su grupo en su sede de Johannesburgo.
En un estrado frente a la sede del partido, con una cazadora de cuero negra y acompañado por un grupo musical y de danza, Zuma se unió al festejo y dijo a sus seguidores que “el CNA es como un león. El CNA nunca estará por debajo del 60%”.
Para él, los partidos de la oposición en sus campañas “han tratado de minimizar a nuestra organización popular, mientras nosotros nos ocupábamos de nuestra propia campaña”, que es la que ha dado la vitoria al partido.
Estas elecciones sudafricanas, las cuartas después de la caída en 1994 del régimen segregacionista del apartheid, confirman la fuerza del CNA, el movimiento de liberación que llevó al poder a Nelson Mandela.
Si no sucede un cataclismo, Zuma será investido como cuarto jefe del Estado democrático en Pretoria el próximo 10 de mayo, en la fecha en que se cumplen 15 años de la toma de posesión de Mandela como el primer presidente negro de Sudáfrica.
Sin embargo, si el CNA al final del escrutinio no revalida los dos tercios de escaños que actualmente tiene en la Asamblea Nacional, Zuma no tendrá en la Cámara la mayoría suficiente para reformar la Constitución y adoptar decisiones extraordinarias sin alianzas.
Satisfecha se mostraba ayer Hellen Zille, la alcaldesa de Ciudad Del Cabo, cuyo partido, la liberal Alianza Democrática (DA), que ya era la segunda fuerza parlamentaria del país, ha conseguido un importante crecimiento al pasar de un 12,5% a alrededor del 18% de votos, según los datos parciales.