La muestra fotográfica está compuesta por 24 instantáneas de diversa temática, que mezclan el blanco y negro con el color.
Las fotografías, de diferente formato, muestran asuntos tan dispares como desnudos, pintadas o lo que parece ser una pelea entre adolescentes.
Todas las imágenes están cargadas de un fuerte contenido social, que no se sabe bien si pretende mostrar o provocar, si bien su sola visión ya invita a la reflexión. Con todo, los artistas logran imbuir al visitante en una atmósfera difusa, en la que no se sabe a ciencia cierta cuál será el siguiente objetivo de las cámaras en la siguiente instantánea.
Visión autores
Los propios fotógrafos aseguran que la exhibición “muestra diferentes formas de sentir la fotografía con varios temas saltando de uno a otro sin solución de continuidad”.
Y es que, como Díaz y Trujillo subrayaban, los dos autores “decidieron unir su pasión por la fotografía subiéndose al tren que conduce a todos los destinos en que la retina se posa para plasmar una imagen, dando lugar a las estaciones”.