El nuevo Consejo Ciudadano Estatal surgido de la Asamblea de Vistalegre II ha aprobado este sábado el nombramiento de Irene Montero como nueva portavoz de Unidos Podemos en el Congreso en sustitución de Íñigo Errejón, como parte de los cambios que ha llevado a cabo el partido morado tras la victoria del líder en el congreso del fin de semana pasado frente al equipo del ya exsecretario político.
Las diferencias estratégicas son el principal argumento que se ha tenido en cuenta para sustituir a Errejón en la portavocía parlamentaria, ya que los 'pablistas' consideran que este cargo, uno de los puestos más importantes en el partido y con mayor proyección pública, debía ser para un miembro del núcleo de confianza de Iglesias, y defensor de las tesis que deben poner ahora en marcha.
La principal candidata para ello era, por lo tanto, Irene Montero, hasta ahora portavoz adjunta, su jefa de gabinete y también pareja sentimental --aunque nunca lo han hecho público--, que concurrió en el segundo puesto de su lista a la dirección del partido y que en las votaciones fue la mujer más votada. Con este nuevo cargo, se ha convertido de facto en la número dos del partido.
ACTIVISTA DE LA PAH Y PSICÓLOGA
La psicóloga madrileña de 28 años, máster en Psicología de la Educación, dejó en 2015 en 'stand by' su proyecto de tesis doctoral sobre nuevos métodos de inclusión educativa para dedicarse por completo a Podemos tras entrar en el Consejo Ciudadano Estatal salido de la asamblea fundacional de Vistalegre de 2014.
Montero llegó a Podemos desde Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) junto al secretario de Relaciones de la Sociedad Civil, Rafael Mayoral. Ambos se han convertido en el transcurso de los meses en dos de los más estrechos colaboradores de Iglesias y más férreos defensores de su estrategia de priorizar la movilización social y la creación de "poder popular" frente al exceso de "moqueta" de las instituciones.
ERREJÓN SE PUSO "A LA ORDEN"
Aunque las tesis de Errejón perdieron en Vistalegre, éste aseguró el martes que estaba "a la orden" de lo que decidiera la nueva dirección pero que, en todo caso, no iba a ser él quien diera "pasos atrás".
Es decir, mostró su disposición de seguir ocupando la portavocía e incluso manifestó que la estrategia política con la que se enfrentó a Iglesias no era "antagónica" a la del líder, dando a entender que no tenía problemas a la hora de asumir la hoja de ruta ganadora para guiar su actividad en el Congreso.
"Estaré donde sea más útil. Estoy muy satisfecho del trabajo realizado. Si Pablo Iglesias y la nueva dirección considera que soy útil en estas posiciones, seguiré. Si se considera que hay compañeros más capacitados y que lo pueden hacer mejor, lo aceptaré", aseguró, en la que ahora se confirma que fue su última rueda de prensa como portavoz parlamentario de Podemos.
Errejón ya avanzó, cuando decidió dar el paso de presentar su propio proyecto en Vistalegre II y competir contra el del líder, que asumía las consecuencias que fuera necesario por defender las ideas que cree mejores. La primera es que dejará de ser la voz principal de Unidos Podemos en el Congreso.
Además del cambio en la portavocía principal, Iglesias también ha nombrado a dirigentes afines a sus tesis para ocupar la portavocía adjunta que deja vacante Montero y que ahora desempeñará la diputada navarra Ione Belarra; y la secretaria general del grupo, que asume el diputado por Valencia Txema Guijarro en sustitución de la exdirigente Carolina Bescansa.
ERREJÓN, MENOS PODER PERO APOYO PARA SER CANDIDATO EN MADRID
Errejón ha perdido el protagonismo en el Congreso y ha dejado de ser número dos, pero ha mantenido un puesto en la Ejecutiva, aunque mucho más discreto y con menos peso que el que tenía como responsable de la influyente Secretaría Política. Ahora será de Análisis Estratégico y Cambio Político y, además, según el acuerdo que ha alcanzado con Iglesias, contará con el apoyo de la cúpula del partido para presentar su candidatura en la primarias para ser candidato de Podemos en la Comunidad de Madrid en las elecciones autonómicas de 2019.
Ese acuerdo le ha llevado finalmente a conseguir sólo tres puestos en la Ejecutiva de 14 personas que ha diseñado Iglesias: además de su nueva Secretaría, Pablo Bustinduy y Auxiliadora Honorato mantienen las Secretarías de Relaciones Internacionales y Administraciones Públicas, respectivamente. Dado que era fruto del consenso, la propuesta de Ejecutiva de Iglesias ha salido adelante por 76 votos favor, ninguno en contra y dos abstenciones.
Aun así, su representación en este órgano está lejos del 40% que pidió durante las negociaciones tras Vistalegre II, al entender que el llamado Consejo de Coordinación debía reflejar los mismos equilibrios que el Consejo Ciudadano, donde Iglesias ganó 38 consejeros --el 60%-- y Errejón, 22 --el 37%--.
El líder del partido ha incluido en el órgano encargado de gestionar el día a día de partido a diez afines, entre los que figuran sus más estrechos colaboradores como Montero, Mayoral o Pablo Echenique, que seguirá como secretario de Organización, y también nuevas incorporaciones como los diputados Juanma del Olmo, Gloria Elizo, Sofía Fernández Castañón, Noelia Vera y Meri Pita y las senadoras Idoia Villanueva y Pilar Garrido.
También se incorpora a este órgano así como al Consejo Ciudadano el eurodiputado y líder de los anticapitalistas Miguel Urbán, a pesar de ser uno de los impulsores hace tres años del surgimiento de Podemos. En la asamblea fundacional de Vistalegre de 2014 se quedó fuera del Consejo al copar todos los puestos el equipo de Iglesias y, entonces, también de Errejón.