El "hacker" ruso Stanislav Lísov, que podría ser extraditado a EEUU tras ser detenido el pasado enero en Barcelona acusado de delitos informáticos, pidió ayuda al presidente ruso, Vladímir Putin, en una carta publicada hoy por la cadena de televisión internacional rusa RT.
"Le pido encarecidamente que intervenga en mi situación, en la injusticia y la arbitrariedad de Estados Unidos hacia un ciudadano ruso. Esta carta es mi última esperanza", escribe Lísov al mandatario ruso.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional española ha accedido a la petición de la justicia estadounidense para la extradición de Lísov, acusado de distribuir un virus que obtenía las claves de usuarios de bancos y robarles así su dinero.
"Quiero declarar que no tengo nada que ver con los crímenes de los que se me acusa en EEUU. Sospecho que si recalo en territorio estadounidense, la acusación puede cambiar" a otra incluso peor, escribió el presunto "hacker", que de ser juzgado en el país que le reclama podría ser condenado a una pena de hasta 25 años de cárcel.
Lisov, sobre quien recaía una orden de arresto cursada en agosto de 2016 por el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, es sospechoso de desarrollar, distribuir y utilizar, junto a otras personas, el software malicioso NeverQuest.
Con este "malware" conocido como "troyano bancario", Lisov y el resto de integrantes de la red habrían defraudado 855.000 dólares a instituciones financieras, según indica el fiscal español en su escrito.
Según la acusación, NeverQuest se instalaba clandestinamente en el ordenador de la víctima y robaba sus credenciales (como nombres de usuario, contraseñas o preguntas de seguridad) cuando el cliente entraba en las páginas web de entidades financieras.
En concreto, Lisov, de 31 años, "alquilaba y pagaba servidores que controlaban los ordenadores de las víctimas infectados con 'NeverQuest' y tenía acceso de nivel administrativo de esos servidores", sostiene el representante del ministerio público español.