Las primeras informaciones indican que los atacantes son terroristas vinculados con el narcotráfico, ya que la zona está enclavada en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE), conocida por la presencia de los cárteles de las drogas y remanentes del grupo Sendero Luminoso.
Una testigo señaló a la emisora Radioprogramas del Perú (RPP) que en el atentado contra la base policial se utilizaron granadas de guerra.