El Gobierno ha acusado al candidato a presidir la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, de haber ofrecido en la sesión de investidura un discurso "frentista, de pasado y alejado de lo que la mayoría de catalanes quiere", y le ha advertido de que estará "muy vigilante" de los actos que cometa en el futuro su posible Govern.
"Cualquier ilegalidad será reparada y cualquier vulneración de nuestro marco constitucional será respondida", avisa el Ejecutivo, que recuerda además que la coalición Junts per Catalunya no ganó las elecciones. "Ni los que pretenden votarle representan a la mayoría del pueblo catalán", agrega el Gobierno en un comunicado.
El Ejecutivo subraya que su discurso ha sido "una falta de respeto" a las instituciones de Cataluña y sus palabras han evidenciado "escasa voluntad y capacidad de diálogo".
"Ha demostrado que no tiene ningún interés en construir un diálogo en el propio Parlament, en el conjunto de la sociedad y con nadie que no se someta exactamente a sus planteamientos", señala el comunicado.