La derrota del PP en las elecciones generales del 28 de abril ha marcado la campaña para los comicios de este domingo de Pablo Casado, que aspira a retener feudos clave como la Comunidad de Madrid y Castilla y León para aplacar críticas internas y evitar que se cuestione su liderazgo al frente de la formación.
Otro de los objetivos de Casado esta campaña es impedir el 'sorpasso' de Ciudadanos, que se quedó a solo nueve escaños del PP en las generales de abril. De hecho, el líder del partido naranja, Albert Rivera, ha esgrimido esta subida electoral para erigirse como líder de la oposición frente a un PP que ve "en descomposición" por su batacazo electoral.
La prioridad del PP pasa por retener el 26 de mayo bastiones históricos como el de Castilla y León, donde gobierna desde 1987 cuando José María Aznar se hizo con el Ejecutivo regional; o los de la Comunidad de Madrid, Murcia y La Rioja, que lograron en las elecciones autonómicas de 1995 y han conservado ininterrumpidamente desde entonces.
EL DEBATE SOBRE EL CENTRO TRAS LA DEBACLE
La derrota histórica del PP en las generales, que tocó suelo al perder unos 3,7 millones de votos y 68 escaños, abrió un debate interno sobre el centro político. Destacados 'barones' territoriales coincidieron en que una de las causas del descalabro había sido descuidar el centro y focalizar la campaña en Vox, trasladando una imagen de escoramiento a la derecha.
Ante esa escalada de declaraciones, la primera medida de Casado fue presentar el lema 'Centrados en tu futuro' para las autonómicas y municipales, subrayando que era un mensaje similar al empleado por sus antecesores.
Otra diferencia con las generales es que el expresidente José María Aznar, que se implicó de lleno el 28-A, no ha participado ahora en ningún acto, un hecho que fuentes de FAES achacan a su agenda internacional fuera de España. Por el contrario, se ha incrementado la presencia de Mariano Rajoy, que ha arropado a los candidatos en Zamora, Orense o Málaga.
CASADO HA ECHADO EL RESTO EN CAMPAÑA
Como ya hizo en las generales, Casado ha echado el resto en esta campaña visitando todas las comunidades autónomas apelando a la "remontada" y pidiendo el voto al PP para ser en autonomías y ayuntamientos "contrapeso" al Gobierno socialista de Pedro Sánchez. En algunos territorios se ha volcado de manera especial, como Madrid en apoyo de sus candidatos José Luis Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso.
Y es que Casado necesita retener al menos el gobierno de la Comunidad de Madrid, símbolo del poder territorial del PP, y evitar el 'sorpasso' de Ciudadanos, ya que el partido naranja superó en la región a los 'populares' en las pasadas generales por 87.000 votos.
Si de nuevo hay batacazo electoral, se abrirá una tormenta interna en 'Génova' y el liderazgo de Casado podrá ponerse en cuestión. Sin embargo, fuentes de la dirección nacional del partido sostienen que su puesto al frente del PP no corre peligro porque son los cargos autonómicos y municipales los que concurren a las urnas.
Además, advierten que si hay una derrota a nivel nacional, significará que también sus presidentes y cargos municipales sufrirán retroceso en sus respectivos territorios. Por eso, fuentes de la cúpula del PP descartan un congreso extraordinario si "pintan bastos" para el partido este 26 de mayo.
CASADO DICE QUE TIENE MANDATO PARA CUATRO AÑOS
En campaña, Casado ha afirmado que seguirá al frente del PP pase lo que pase porque los afiliados le dieron un mandato para cuatro años en el "primer congreso de la historia del PP por primarias". Es más, ha recalcado que sus antecesores, Aznar y Rajoy, ganaron las generales a la tercera.
Sin embargo, fuentes del partido sí que dan por sentado que Casado hará cambios en la cúpula tras las elecciones de este domingo. También está pendiente el nombramiento de los portavoces en el Congreso y el Senado, una decisión que se conocerá el lunes en una reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP. La nueva estructura dependerá del resultado de los comicios.