Hay dificultades para encontrarla en los supermercados y sus ventas se dispararon hasta multiplicarse por cuatro respecto a las cifras habituales
Los hogares españoles dejaron de seguir almacenando alimentación seca y envasada para llenar sus despensas durante la segunda semana de estado de alarma y optaron por volver a los productos frescos, entre ellos la carne.
Así lo ha destacado este martes el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, cuyos datos -recogidos entre el 23 y el 29 de marzo- reflejan un incremento en la última semana del 17 % del consumo de alimentos en el hogar.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Planas ha resaltado especialmente cómo las ventas de harina se dispararon hasta multiplicarse por cuatro respecto a las cifras habituales, reflejo de una tendencia a cocinar pan y repostería en casa que incluso ha provocado dificultades puntuales para encontrar este producto en los supermercados.
En contraste con las compras entre el 9 y el 22 de marzo, cuando los consumidores almacenaron reservas fundamentalmente de arroz, pasta y productos de primera necesidad -entre ellos legumbres secas y conservas-, ahora las cifras oficiales apuntan a un repunte del consumo de productos frescos.
Según Planas, la subida más llamativa se registró en la categoría de carne, con un incremento del 29 %, aunque también aumentó el consumo de frutas, hortalizas y patatas.
En el caso del pescado, disminuyó un 4 % la compra del fresco y creció un 18 % la del congelado.
Durante su comparecencia, el ministro ha vuelto a hacer un llamamiento a los consumidores para elevar el consumo de los productos más afectados por el cierre de la hostelería, como son los casos de la carne de cordero, los quesos de leche de oveja y de cabra, así como el pescado fresco.