Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada ha alertado este martes de que
las tarjetas contactless acumulan el 65% del total de fraudes que se comete mediante el pago con tarjetas de crédito o débito. Según datos de la consultora Juniper Research, en cinco años el 53% de las compras en punto de venta se realizarán en todo el mundo por medio de este tipo de tarjetas sin contacto.
Además, expone que,
en los últimos cinco años, el nivel de fraude en las tarjetas bancarias, tanto las de contacto como las contactless, ha crecido en torno al 17%, un porcentaje que, según sus datos, se duplicará en los próximos cinco años "con el consecuente impacto en la economía y en el uso de esos medios de pago y frente al número de billetes falsos, que cayó en 2019 al nivel más bajo de los últimos cinco años", recuerda el Instituto citando datos del Banco Central Europeo.
Instituto Coordenadas hace este análisis a la vista de que,
durante el confinamiento social obligado por el estado de alarma, se ha "disparado" el uso de los medios de pago electrónicos, en detrimento del empleo del dinero en efectivo.
Esto sucede a pesar de que los bancos centrales de varios países y varias instituciones han advertido de que "
el dinero es escasamente portador de virus, lo que no ocurre con las superficies de plástico". La tendencia a un uso mayoritario de tarjetas "puede tener un impacto nada despreciable en la proliferación del fraude en esos medios de pago", advierte la institución.
En esa línea, el vicepresidente Ejecutivo del Instituto Coordenadas, Jesús Sánchez Lambás, ha alertado de que "
los niveles de inseguridad en los medios de pago electrónicos y el consecuente fraude se van a incrementar alcanzando cotas altas en los próximos años". "La seguridad se incrementará, ciertamente; lo mismo que la habilidad de los piratas y delincuentes; lo que hace imprescindible que los niveles de uso del dinero en efectivo se mantengan igualmente altos para compensar estas deficiencias", ha defendido.
Piratear es "sencillo"
Instituto Coordenadas ha explicado que el chip que llevan este tipo de tarjetas contiene toda la información bancaria del usuario y
el nivel de protección que soporta "es muy reducido", por lo que interferir o piratear la señal y los contenidos o sus accesos es "sencillo" con la tecnología disponible.
Además, los expertos creen que
los usuarios no consideran adecuadamente el nivel de riesgo que se asume en esta forma de pago, por lo que es "imprescindible" ampliar la calidad y cantidad de la información que tienen los usuarios cuando contratan con sus entidades financieras estos medios de pago.
Según sus datos,
el impacto que crece con mayor velocidad es el conocido como "choque de tarjetas", que se produce cuando el usuario tiene en su cartera o monedero dos tarjetas sin contacto y ambas interactúan al mismo tiempo y las dos reflejan el cobro de un servicio.
Así, los analistas del Instituto señalan que
"será imprescindible" reducir el límite mínimo de interactuación automática de estas tarjetas, lo que hará necesario la intervención del titular para introducir sus contraseñas de seguridad, lo que "reducirá seguramente la universalización de uso".