Madeira, Azores, Guayana Francesa, Guadalupe, Martinica, Reunión y Canarias son los siete enclaves con una situación geográfica que las hace especiales respecto al resto de territorios de la Unión Europea, pero también más vulnerables si no se les presta la atención que requiere su hecho diferencial.
Y a ello va a dedicar parte de sus esfuerzos la Presidencia española de la UE durante el primer semestre del próximo año con el fin de intentar hacer frente a sus problemas más acuciantes: el transporte, la energía y una crisis económica que tiene una mayor incidencia en estos territorios.
Será durante esa presidencia cuando se celebrará en Bruselas el primer Foro sobre la Ultraperiferia Europea, que desarrollará la idea de que estas regiones son una ventaja para Europa.
Así lo cree la Oficina de la Comisión Europea en España, cuyo portavoz, Miguel Puente, en declaraciones a Efe, llama la atención sobre la coincidencia en el tiempo del liderazgo español en la UE y la Presidencia por parte de Canarias del grupo de regiones ultraperiféricas (RUP), que se prolongará hasta 2010.
La Comisión Europea cree que estas regiones pueden convertirse en “laboratorios privilegiados” en los que se puedan llevar a cabo “proyectos piloto” con un alto valor tecnológico, como ha demostrado el proyecto hidráulico de El Hierro o el Instituto Tecnológico de Canarias.
El Foro de la Ultraperiferia acogerá a representantes de los 27 países de la UE y se configura como “un evento estratégico entre Europa, España y Canarias” en el que se abordarán los temas ultraperiféricos de forma global, “involucrando a toda la UE”, según destaca Miguel Puente.
La realidad de Canarias hará más visibles en la Presidencia española de la UE los problemas de ser una región ultraperiférica.
En su caso, se centran en la conexión con África; la necesidad de contar con nuevas fuentes de energía; mantener e incrementar el principal producto que exporta a Europa, el plátano; y la de poner soluciones a una crisis que se padece con una mayor incidencia.
La UE quiere aprovechar la cercanía de Canarias a África para intensificar las relaciones comerciales con el continente africano.
Este “paso más” hacia África se puede conseguir en la II Cumbre España-Comunidad Económica de Estados de África Occidental que se celebrará en Gran Canaria para “potenciar y fortalecer” la presencia del archipiélago en el continente.
Desarrollar los vínculos a través del transporte es una prioridad para las ultraperiféricas, a las que la UE destinará 7.800 millones de euros, que se repartirán entre las siete regiones a lo largo de siete años.
Cristina Tavío, diputada del Partido Popular por Tenerife resume a Efe los requisitos para que la conexión entre África y Europa sea “una realidad: la conectividad, abaratar el transporte de personas y mercancías, y apostar por las dos universidades europeas más cercanas a África, las de Canarias.
El alejamiento y las características físicas de las RUP condicionan sus sistemas energéticos, que “no pueden conectarse con el mercado europeo de la energía”, según indica el último informe de la Comisión Europea sobre las ultraperiféricas.
A favor tienen sus condiciones meteorológicas –el sol y el viento- que ayudan a desarrollar las energías renovables y a que estas regiones se conviertan en un ejemplo que dé credibilidad a los criterios de la Cumbre de Kioto.
Las RUP tienen la oportunidad de ser “territorios excepcionales de experimentación para desarrollar modos innovadores de producción energética”, indica la Comisión Europea.
El Hierro se ha convertido ya en un ejemplo de que las energías renovables son una prioridad para Canarias. Aprovechando los desniveles y los saltos de agua de la isla se está produciendo energía hidráulica, explica Juan Pedro Sánchez, viceconsejero de Industria y Energía del Gobierno de Canarias, quien califica este proyecto de “puntero y exportable a otros lugares”.
Otro ejemplo es el del Instituto Tecnológico de Canarias, un organismo innovador en la investigación europea en el ámbito de las energías renovables, la biotecnología, las tecnologías medioambientales y biomédicas.
Pese a la intención de Europa de que las RUP se conviertan en pioneras en luchar contra el cambio climático, las ultraperiféricas se enfrentan a otro problema resultado de su pertenencia a la UE y su dependencia en el transporte aéreo para los movimientos de personas.
Los 27 estudian una directiva que impondrá una cuota de emisiones de dióxido de carbono (CO2) a las empresas de aviación. En caso de superar esa cuota, se las penalizaría económicamente, con la consiguiente repercusión en el precio del billete de avión.
Ni Canarias, ni el resto de las ultraperiféricas quedan excluidas de la directiva, por lo que este asunto se ha convertido en una de sus principales reivindicaciones.
Aunque la crisis incide en todas las regiones europeas, lo hace con más virulencia en las ultraperiféricas, ya que su “aislamiento” provoca que las características económicas “no sean las mismas que las de un territorio continental”, señala Carlos Portugués, director de Relaciones con Europa del Gobierno canario.
Por ello, el presidente canario y presidente en ejercicio de las RUP, Paulino Rivero, defendió hace tres semanas ante el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, la necesidad de que haya un plan especial y específico para fomentar el empleo en estos territorios.
El hecho es que las RUP no encabezan el listado de regiones de la UE más afectadas por la crisis –van detrás de los países de Europa del este y de Irlanda– pero sí son las más “vulnerables”, ya que son muy dependientes de las exportaciones y cualquier cambio en la economía mundial les repercute especialmente.
Si normalmente es más costoso vivir en la Comunidad Autónoma de las Islas Canarias, a pesar del régimen económico y fiscal temporal del que goza, “cuando hay una crisis económica la situación se agrava”, argumenta Carlos Portugués.