Miles de pasajeros, la mayoría de ellos turistas, se vieron ayer afectados por la cancelación de los vuelos de salida desde el aeropuerto internacional de Bangkok, después de que cientos de manifestantes antigubernamentales irrumpieran en la terminal, indicaron fuentes oficiales.
La cancelación temporal de vuelos de salida fue adoptada por el director del aeropuerto de Suvarnabhumi, Sereerat Prasunanont, por motivos de seguridad, aunque la llegada de vuelos no registró mayores alteraciones.
La mayoría de los trabajadores de las aerolíneas abandonó la sala de facturación cuando los manifestantes de la Alianza del Pueblo para la Democracia irrumpieron en la terminal provistos de palos de y de otros objetos contundentes.
“Fue vergonzoso ver al personal como salía corriendo”, dijo a Efe un turista británico malhumorado por la falta de explicaciones acerca de lo sucedido.
El director del aeropuerto declinó dar a conocer la cifra de vuelos que fueron cancelados, mientras que la compañía estatal Thai Airways informó de que había suspendido al menos una veintena de internacionales y otros tantos nacionales.
En la terminal, numerosos pasajeros intentaban dormir tumbados en torno a los desiertos pupitres de facturación, o incluso sobre las cintas de transporte de maletas. “Lo que no han dicho es que el aeropuerto está cerrado y que no vayamos”, comentó otro turista occidental, y uno más de los 14,5 millones que sostienen una industria turística que en Tailandia mueve al año cerca de 16.000 millones de dólares.
Ante esa situación, la Embajada de España en Bangkok recomendó a los ciudadanos españoles que pretendan viajar en las próximas horas a Tailandia, que pospongan sus viajes hasta que al aeropuerto regrese a la normalidad.
“De momento, únicamente hemos recibido la llamada telefónica de un español que se encuentra en Bangkok, pero recomendamos que se pospongan los viajes previstos para las próxima horas hasta que cambie la situación”, dijeron a Efe fuentes diplomáticas.
Por la moderna terminal del aeropuerto, merodeaban cientos de seguidores de la antigubernamental Alianza del Pueblo para la Democracia provistos de palos y ante la pasividad de los efectivos de las fuerzas de seguridad.
Los manifestantes aguardan la llegada del avión en el que viaja el primer ministro Somchai Songsawat, a quien exigen su dimisión.
“Hemos presionado al gobierno durante casi dos días pero no ha ocurrido nada, por eso necesitamos dar un paso más en nuestra campaña cerrando el aeropuerto, que servirá para que el mundo sepa a lo que se enfrenta Tailandia”, dijo a los periodistas Somdhi Limthongkul, propietario de medios de comunicación y uno de los cabecillas de las protestas callejeras.
Los seguidores de la Alianza empezaron a reunirse en las proximidades del aeropuerto al anochecer y antes de conocer que el avión en el que se supone que viaja el primer ministro llegaría con retraso a la capital tailandesa a causa de problemas técnicos.
HERIDOS EN EL ASEDIO
Unas horas antes de la irrupción en Suvarnabhumi, varios miles de manifestantes sitiaron las oficinas temporales del Ejecutivo en el viejo aeropuerto de Bangkok, un día después de cercar el Parlamento y mantener ocupado el palacio del Gobierno desde hace casi tres meses.
El asedio afectó también al cuartel general de las Fuerzas Armadas para impedir que el Gobierno celebrase allí la reunión de urgencia que tenía prevista. Al menos once personas resultaron heridas en enfrentamientos entre seguidores de la Alianza del Pueblo para la Democracia, organizadora de la protestas, y partidarios de la fuerza política gubernamental.