El Consejo de Ministros comunitario logró un complicado acuerdo sobre la posición de la UE ante el bloqueo de las negociaciones entre israelíes y palestinos, y retiró finalmente del texto la discutida mención a Jerusalén Este como capital de un futuro Estado palestino.
Aún así, el texto es “suficientemente firme”, según declaró el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para quien tiene que haber negociaciones para resolver todos los puntos pendientes, “incluida Jerusalén”.
El Consejo de Ministros mantuvo la mayoría de los puntos en disputa, entre los que destaca la “profunda preocupación” por la situación en Jerusalén Este, y recordó que “nunca ha reconocido la anexión” de esa parte de la ciudad por parte de Israel.
El ministro sueco de Exteriores, Carl Bildt, recalcó que la UE “no reconocerá” cambios fronterizos que no sean acordados por ambas partes.
La UE también pide al Gobierno israelí que cese “todo tratamiento discriminatorio” a los palestinos de Jerusalén Este, y recalca que para que haya una paz duradera hay que hallar una vía negociada “para resolver el estatus de Jerusalén como futura capital de dos estados”.
Además, se mantiene la disposición de la Unión Europea a reconocer “cuando sea adecuado” la independencia de un Estado palestino.
Se afirma también que los asentamientos israelíes, el muro de separación en territorio ocupado por Israel, la demolición de hogares palestinos y el desahucio de familias palestinas “son ilegales” según el derecho internacional, son un obstáculo para la paz y “amenazan” con hacer imposible la solución de dos estados.
Por ello, los ministros insistieron en que Israel ponga fin “inmediatamente” a todas las actividades de construcción de asentamientos, tanto en Cisjordania como en Jerusalén Este, así como el desmantelamiento de las construcciones erigidas ilegalmente desde marzo de 2001.
En este sentido, la UE apreció “como un primer paso” el reciente anuncio del Gobierno israelí de suspender durante diez meses las obras de ampliación de asentamientos.
Esta suspensión temporal no ha convencido a los palestinos porque no será aplicada en Jerusalén Este y porque permite seguir la construcción de unas 3.000 viviendas ya comenzadas.