baja durante toda la temporada), más el refuerzo de Jone Azkue con ficha de vinculada y la júnior Carla Viegas.
Un bloque ‘diferente’ confeccionado por Julián Sánchez
El Pacisa Alcobendas es quizás una plantilla atípica, y es que si la mayoría de clubes buscan tener un juego interior potente sobre el que construir el resto del ‘roster’, en este caso no es así. Su técnico, Julián Sánchez, que tomó las riendas del equipo a mediados de la pasada temporada, prescindió en verano de algunos pesos pesados del vestuario como Daira Varas o Celia Menéndez y enfocó su ‘doce’ con jugadoras menos grandes y más móviles que le permite hacer un baloncesto mucho más fluido, donde son varias las que pueden intercambiar posiciones y, sobre todo, tener mucha amenaza exterior y capacidad para salir al contrataque.
Lucía Togores al base, Rachel Howard en puestos exteriores y Clara Rodríguez en la pintura son los tres pilares básicos del equipo, todas ellas renovaciones, sobre los que el Pacisa Alcobendas construye su juego. También continúan en el equipo Lucía Gutiérrez, Sara Francisco, Marta Moix e Inés Mata, jugadoras con menos incidencia en el juego pero, principalmente a las dos primeras, a las que habrá que vigilar para evitar que lancen liberadas.
Este verano incorporaron a Anna Seilund, base danesa que coincide durante muchos minutos con Togores en pista y con pasado en LF Endesa vistiendo la camiseta de Zamarat; Sofie Tryggedsson, compatriota de la anterior y ex de La Salle Melilla, que es una constante amenaza desde más allá del arco; y Clintan de Souza, que la pasada temporada comenzó siendo una de las revelaciones de la liga con Jairis aunque se diluyó con el paso de las jornadas y esta campaña aún no ha mostrado ese nivel.
Con todo ello, Sánchez propone un baloncesto donde se defiende muy bien como bloque y el juego rápido está asegurado, planteando partidos a anotación alta a los que en muchas ocasiones sus rivales son incapaces de responder. No debería ser el caso del CAB Estepona Jardín de la Costa del Sol, que se siente cómodo en guarismos superiores a los 70 puntos, si bien ambos entrenadores trataran de menguar la anotación rival y la victoria caerá de la mano del ‘maestro’ que mejor mueva sus fichas en esta partida de ajedrez.
