Los onubenses se han echado este martes a las calles para acompañar a
Nuestra Señora del Carmen durante el rezo del
Santo Rosario Vespertino de Ánimas. Centenares de personas han seguido el paso de la Virgen en el Día de los Fieles Difuntos en el primer acto público de la Hermandad después de la pandemia.
“Esto va por la Hermandad del Carmen entera”, decía el capataz, Manuel Gómez
Carnicerito durante la primera levantá, todavía dentro de la Iglesia de la Concepción. Quería dedicar sus palabras a todos los que han tenido que esperar meses para volver a sacar a la Señora a la calle y también a todos aquellos que ya no están. “Que disfrutéis”, dijo, haciendo balance de todo lo pasado.
Con las caídas del paso recogidas, mascarillas en el cortejo y test negativos realizados a la cuadrilla, la Hermandad arrancaba un recorrido inevitablemente marcado por el Covid.
Por delante, les quedaban incontables estampas para el recuerdo. Uno de ellos fue el rezo de la quinta estación en el convento de las
Hermanitas de la Cruz. También especialmente intenso y emotivo fue el encuentro de Nuestra Señora del Carmen con
Nuestra Señora de la Esperanza, que la esperaba portando un escapulario en su mano izquierda. José Manuel Mora, hermano mayor de la Hermandad de San Francisco, fue el encargado de leer las Letanías de la Santísima Virgen que ponen fin al rosario.
La comitiva, encabezada por niños con el hábito del Carmen y hermanas de mantilla, estuvo acompañada por la
Orquesta Colombina Onubense durante el Rosario. Tras la finalización del rezo, tomó el relevo la
Banda de Música Maestro Tejera durante el recorrido de regreso a la Concepción.