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Huelva

Huelva estrenará el camino Colombino desde el Monumento a Colón al Santuario de la Cinta

Una réplica de la cruz de La Rábida marcará en la Punta del Sebo el inicio del recorrido

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camino Colombino desde el Monumento a Colón al Santuario de la Cinta

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camino Colombino desde el Monumento a Colón al Santuario de la Cinta

camino Colombino desde el Monumento a Colón al Santuario de la Cinta

El Santuario del Conquero ha acogido el acto de presentación del Camino Colombino de peregrinación a Ntra. Sra. de la Cinta. Presentado por Rubén Garrido, ha contado con la presencia del presidente de la Autoridad Portuaria de Huelva, Alberto Santana; el presidente de la Real Sociedad Colombina de Huelva, Eugenio Toro; el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Huelva, Ignacio Molina; el delegado de Fomento de la Junta de Andalucía, Jaime Pérez; y el Comandante Naval de Huelva; Federico Ruiz.

El Camino Colombino es una iniciativa que cuenta con el patrocinio de la Autoridad Portuaria de Huelva, y la colaboración del Ayuntamiento de Huelva.

Desde el Monumento a Colón en la Punta del Sebo hasta el Santuario de la Cinta, el camino rememora los pasos del Almirante Cristóbal Colón, uniendo los dos lugares colombinos de nuestra ciudad, y pone en valor el cumplimiento del voto realizado por el descubridor de América ante la singular Abogada de los Marineros.

A esta iniciativa, se suman nuestros hermanos de la Real Sociedad Colombina Onubense, con quienes anualmente compartimos en el mes de marzo la solemne ceremonia de rememoración de dicho voto.  En torno a esa fecha, se programará una peregrinación inaugural.

LA HISTORIA

La madrugada del 3 de marzo de 1493, en el viaje de regreso a España de las Carabelas Descubridoras, una violenta tempestad sorprendió a la Niña, rompiendo su arboladura y amenazando con hacer zozobrar el barco. La gravedad de la situación hizo que los tripulantes solicitasen el auxilio de la Virgen de la Cinta, a quien invocaron como abogada de los marineros.

El almirante Cristóbal Colón, que capitaneaba la nave, se encomendó a la Santísima Virgen de la Cinta, haciendo la promesa de enviar a un romero andando y en camisa hasta su Santuario y prender un cirio si intercedía por la salvación de su tripulación. Los marineros echaron suertes para determinar a quién correspondería cumplir la promesa, recayendo en el propio almirante.

Poco después, amainó la tormenta y pudieron llegar sanos y salvos hasta el continente. El Diario de navegación, transcrito por Fray Bartolomé de las Casas, recoge así el suceso: “Domingo, 3 de marzo. Después del sol puesto navegó a su camino al leste. Vínole una turbonada que le rompió todas las velas, y vióse en gran peligro, mas Dios los quiso librar. Echó suertes para enviar un peregrino descalzo a Santa María de la Cinta en Huelva que fuese en camisa, y cayó la suerte al Almirante.

Hicieron todos también voto de ayunar el primer sábado que llegasen a pan y agua. Andaría sesenta millas antes que se le rompiesen las velas; después anduvieron a árbol seco, por la gran tempestad del viento y la mar que de dos partes los comía. Vieron señales de estar cerca de tierra. Hallábanse todo cerca de Lisboa”.

Esta se trata de la primera mención historiográfica que cita a la Virgen de la Cinta, el Santuario y su devoción, determinándola como el Lugar Colombino más señalado de la ciudad de Huelva, y designando a Cristóbal Colón como el primer peregrino conocido.

LA TRADICIÓN

La historia posterior narra cómo, tras su llegada a Palos de la Frontera el 15 de Marzo, Colón se encaminó hasta Moguer con los Hermanos Niño y la marinería moguereña para llegar al Monasterio de Santa Clara, donde cumplieron otro de los votos realizados en alta mar. Allí pasarían la noche en vigilia y orando. Sería al día siguiente, 16 de Marzo, cuando se encaminaría hasta Huelva para acudir ante la Virgen de la Cinta.

No hay constancia cierta del camino que recorrería el almirante desde Santa Clara hasta el Santuario, al no existir fuentes documentales al respecto.

Sí está acreditado que el camino habitual de llegada de los hijos de Huelva hasta su Patrona era el camino de Gibraleón, que en el siglo XV partía desde la llamada “Puerta de San Roque” lugar donde se encontraba la Ermita del mismo nombre y sobre la que se erigiría después el Convento de Ntra. Sra. de la Merced, la actual Catedral de Huelva.

El tránsito entre los puertos de las villas del estuario del Tinto y Odiel era más sencillo por vía marítima que a pie o en cabalgadura, por la propia fisonomía del terreno y los usos propio de unas poblaciones plenamente vinculadas a la mar.

La cartografía del siglo XVI describe la línea de costa mostrando un estuario inundable por las mareas, dejando una marisma desde la villa hasta la Punta del Sebo, mostrado como un sitio utilizado para calafatear y reparar las naves.

La lógica apunta a que, desde Santa Clara, Colón enfilaría por la moguereña calle de la Ribera hasta el pequeño muelle de Moguer donde tomaría alguna de las pequeñas naves de cabotaje que lo llevaría directamente hasta el muelle de Huelva. Por este pequeño muelle, en la denominada Calzada, seguir por la Marina y continuaría por la Vega Larga hasta la citada Puerta de San Roque.

ITINERARIO DEL CAMINO

Punto de partida: El Monumento a Colón El punto de partida del Camino Colombino (KM 9) se encuentra en la Punta del Sebo donde se alza el majestuoso Monumento a Colón oteando el horizonte en busca del Nuevo Mundo.

La efigie del primer peregrino conocido al Santuario de la Cinta nos trae una de las grandes referencias de la historia de la devoción a la Virgen de la Cinta, como es la peregrinación al Santuario del Almirante de la Mar Oceana en cumplimiento del voto ofrecido el 2 de marzo de 1493.

El Acto de inauguración del monumento el 21 de abril de 1929 estuvo presidido por la imagen de la Virgen de la Cinta, siempre presente en los hitos más relevantes de la historia de la ciudad. Real Club Marítimo de Huelva Iniciamos nuestro caminar siguiendo la via peatonal que surge en este lugar, y en breve alcanzaremos la sede del Real Club Marítimo de Huelva, institución ubicada en el lugar donde en 1950 se encontraba el Balneario de Nuestra Señora de la Cinta.

Tras su apertura, éste se convertiría en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, visitado a menudo por los onubenses, deseosos de disfrutar de sus baños y de la fantástica la Ría de Huelva en la temporada de verano. Tras la zona de aparcamiento del Club (KM 8) el camino continua por la vía peatonal que bordea la orilla del Odiel, teniendo a nuestra izquierda las vistas encantadoras de la Isla de Bacuta. Paraje Natural Marismas del Odiel Al alcanzar la zona de aparcamiento frente a la planta de Atlantic Cooper (KM 7) continuamos avanzando en nuestro camino en un tramo similar al anterior.

A la derecha estaremos acompañados de instalaciones industriales y a la izquierda divisaremos el asombroso paisaje del Paraje Natural Marismas del Odiel, donde al caminar cerca de la orilla podremos contemplar su flora y fauna, además de sentir la fresca brisa del mar. Cuando el camino bordea la rotonda donde se encuentra la Estación de Inspección Técnica de Vehículos (KM 6).

Fuente de las Naciones

Unos pasos más adelante nuestro camino se ensancha y adorna con zonas ajardinadas, espacios de ocio y varios establecimientos de hostelería. En este punto alcanzamos el envidiable Paseo de la Ría. Poco después, arribaremos a la Fuente de las Naciones (KM 5), una de las señas más identitarias del patrimonio histórico de Huelva. La Fuente actual ocupa el mismo lugar que la inaugurada el 9 de julio de 1917, alzada en homenaje a todas las naciones de Hispanoamérica. En 2022, sería recuperada y reconstruida bajo su diseño primitivo, cumpliendo de nuevo funciones como “descansadero” en el camino a la Punta del Sebo.

Estadio Nuevo Colombino

Continuamos por el Paseo de la Ría hasta llegar a una rotonda donde se alza el Monumento homenaje al joven Hugo Millán, piloto tristemente fallecido en 2021. Junto a la rotonda, nos encontraremos el Estadio Nuevo Colombino, inaugurado en 2001 y actual sede del Real Club Recreativo de Huelva, Decano del Fútbol español. La histórica institución deportiva tiene en la Patrona de Huelva una fiel protectora, además de estrechos vínculos con su Hermandad desde hace más de un siglo.

Muelle de Riotinto

A pocos pasos, llegamos al Muelle de Ríotinto (KM 4) icono y emblema de la ciudad, desde donde 500 metros más adelante por la Avenida de Hispanoamérica, pasamos por la Comandancia Naval de Huelva, institución Hermana Mayor Honoraria de la Cinta desde hace más de 100 años, Al igual que la Armada Española, cuyos Almirantes se hacen presentes en la Rememoración del Voto Colombino junto a la Real Sociedad Colombina Onubense, institución igualmente vinculada a la historia de la Virgen.

Muelle de Levante

Seguimos avanzando hasta llegar al Muelle de Levante (KM 3,5), lugar de destacada importancia en la historia Cinta, dado que la Virgen, la cual presidiría el inicio de sus obras en 1924, como su inauguración en 1929.

Al llegar aquí, recordamos la estrecha vinculación de la Virgen de la Cinta con el Puerto de Huelva, que siempre tuvo a la Patrona y Singular Abogada de los Marineros como su Protectora. Este hecho queda remarcado en la Hermandad cuando se congregaban en torno a su devoción el Gremio de Mareantes que siglos atrás reunían a los trabajadores de la actividad portuaria de Huelva.

Jardines del Muelle

En este lugar, abandonamos la orilla del Odiel para girar a la derecho y adentrarnos en el casco urbano de la ciudad. Iniciamos el tramo urbano del camino, cruzando los frondosos Jardines del Muelle y la Plaza 12 de Octubre, siempre acompañados de connotaciones colombinas. Proseguiremos hasta alcanzar la Calle Marina, antigua Calzada y zona portuaria por el que entraría Cristóbal Colón en su peregrinación.

La Placeta

Al llegar a La Placeta (KM 3) lugar donde se alzaba la antigua Cruz de Los Ángeles desde el siglo XVI, hasta que fue ubicada como pórtico del Santuario a finales en la segunda mitad del siglo XIX, giramos a la izquierda Catedral de Ntra. Sra. de la Meced en busca de la Vega Larga seguimos por las calles José Nogales, San José y Paseo de la Independencia, hasta alcanzar la Plaza de la Merced, presidida hoy por la Catedral de la Diócesis, sede de los cultos anuales de la Patrona.

Desde aquí, donde antaño se levantaba la Ermita de San Roque como puerta de la ciudad, se marcaba la media legua que separaba el Santuario del casco urbano de la Villa de Huelva.

Plaza de Toros

Unos metros más adelante nos adentramos en la Avenida Cristóbal Colón, el antiguo Camino de Gibraleón que recorriera en persona el descubridor de las Américas para cumplir su voto. Aquí alcanzamos la Plaza de Toros de la Merced (KM 2).

Este lugar nos trae a la memoria la larga vinculación protectora de la Virgen de la Cinta con los toreros onubenses, especialmente destacable con la Dinastía de Los Litri. Todos mantendrán viva la estrecha devoción a la Virgen de la Cinta, destacando al afamado diestro Miguel Báez Espuny, quien llegaría a ser Teniente Hermano Mayor de la Hermandad en 1950.

Estos últimos kilómetros del camino por la senda del Camino de Gibraleón, que se identifica con la vía romana “Ostium Anae-Onuba”, nos harán recordar la multitudinaria subida popular al Santuario de cada 8 de septiembre, donde la Virgen navega entre un mar de sentida devoción. Humilladero de la Cinta Tras atravesar el Barrio de las Colonias, a la altura de la entrada de la Barriada del Carmen (KM 1), ya podemos otear la cercanía del Santuario.

En metros llegamos a la Rotonda del Zapatero Juan Antonio y al Humilladero, edículo donde la tradición ubica el Milagro del Zapatero, además de ser el primer lugar donde recibió culto la Señora de la Cinta. Ya solo queda la distancia de “un tiro de arcabuz” hasta el Santuario.

Tras ofrecerle una Salve a la Virgen, enfilamos “la fatigosa Cuesta de la Cinta” que rodea el Santuario, alcanzando la Rotonda de Francisco Martín Olivares, nombrada en recuerdo del cintero que desde México dotó una manda testamentaria que propició la imagen de la Virgen Chiquita. Tras cruzar los Arquillos del Santuario alcanzamos las Cruz de los Ángeles, lugar que marca el kilómetro 0 de la peregrinación y es la puerta espiritual del Santuario.

EL CAMINO COLOMBINA AL SANTUARIO

Con la voluntad de trazar un Camino de Peregrinación rememorando las huellas del cumplimiento del voto de Cristóbal Colón, se traza el punto de partida en la Punta del Sebo, lugar donde se alza la emblemática efigie del descubridor. La ruta continúa siguiendo la orilla de la ría, testigo de la partida y la llegada de las Carabelas, y culmina con el tránsito urbano hasta el Santuario.

Nacido con la vocación de ser una Peregrinación especial y única, el Camino Colombino nos propone un reencuentro personal, en compañía del silencio y la oración. Al recordar los pasos del almirante, asumimos el compromiso de emular el espíritu de fe cristiana que alumbraba a este descubridor cintero, y que nos invita a contagiarnos de la confianza en Dios y la intercesión de la Santísima Virgen María en su marinera y colombina advocación de la Cinta.

El Camino transita por una orografía llana, recorriendo en la primera parte el paisaje que nos regala la ría onubense y el Paraje Natural de las Marismas del Odiel, por lo que nos contagia del olor a salitre y nos envuelve en la brisa marina, evocadora de la Gesta Colombina, mientras podremos contemplar la variedad de aves que habitan en este espacio, declarado Reserva Natural. Además se trata de un itinerario llenos de hitos emblemáticos de la historia y patrimonio de la ciudad, que como podemos comprobar, se hallan unidos a la devoción de Virgen de la Cinta.

 

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