De sus palabras se desprende que corren aires de renovación en la filosofía de UGT Huelva. Francisco Espinosa, flamante secretario provincial, lleva en la organización desde mediados de los años 70, y ahora, con 58 años, toma el mando en Huelva con el objetivo de llevar a cabo un trabajo práctico, de calle, consciente de las miserias laborales de la provincia, y convencido de que políticos y empresarios pueden hacer algo más para que Huelva resurja. En la entrevista concedida a Viva Huelva deja frases que son toda una declaración de intenciones.
¿Cómo está siendo el aterrizaje?
–Muy trabajoso porque estamos planificando todo el trabajo para que la maquinaria empiece a funcionar. Estamos buscando las uniones. Queremos que la unión sea total. Antes había una separación entre federaciones y unión, y el primer trabajo será el de unificarnos todos para que todos sepamos en cada momento todo lo que está ocurriendo tanto en el mundo laboral como en la casa. Ya he tenido un contacto con los compañeros para explicarles cómo quiero que sea el funcionamiento de esto. Trabajo, trabajo y trabajo porque estos tiempos lo requieren. Tenemos que estar hablando con todos los grupos políticos, con todas las asociaciones, con toda aquella persona que quiera hacer algo por el mundo del trabajo. Queremos una unidad completa en Huelva, quiero buscar la unidad de todos los que quieran trabajar, de gente a la que se le vea inquietudes, y esas inquietudes sacarlas a la calle y a donde tengamos que sacarla, y decirle a los políticos que ya está bien la cosa, que Huelva es una de las más castigadas, y tenemos que movernos y sacar trabajo hacia delante, buscar empresarios que no pidan tantas subvenciones, sino empresarios de verdad, que quieran a Huelva, y que los políticos, en vez de darse tantos golpecitos en el pecho con lo que quieren a Huelva, que se mojen un poquito más.
¿Estaba esta filosofía que apunta abandonada o en un segundo plano en la etapa que acaba de terminar?
–Han sido muchas de las críticas que he ido recogiendo en la calle. A mí siempre me ha gustado estar muy cerca del trabajador, y esas inquietudes son las que me mueven. Vamos a estar con los trabajadores y buscando empleo, que es la principal arma que podemos utilizar para que Huelva renazca y vaya como tiene que ir, como era antes. No lo que es ahora, que te paseas por cualquier calle de Huelva y ves a gente deambulando sin saber qué hacer, personas mayores de 50 que no encuentran empleo, que la vida parece que se les ha agotado… Hay que sacar trabajo de donde sea, y empezar una dinámica nueva en Huelva porque lo necesita, es lo único que nos falta a nosotros. Trabajo, trabajo y trabajo. Cuando me reúna con los grupos políticos, lo único que les voy a pedir es eso. Para tirarse fotos y estar en los despachos, no. Vamos, que queda mucho camino que recorrer y hay que buscar cosas y alternativas para Huelva.
¿Y dónde están esas alternativas?
–Las alternativas, en el empleo.
¿Qué sectores cree que merecen una especial atención en Huelva?
–Creo que Huelva se ha alimentado de la industria, y tenemos que seguir apostando por ella. Que venga industria a Huelva, pero no a cualquier precio. Una industria en condiciones, que respete todos los parámetros que marca la ley para que el tema contaminación, que es muy peligroso aquí en Huelva, lo tengan muy claro las empresas, que si vienen a trabajar aquí, vengan en las condiciones que marca la ley. Y de ahí para adelante, porque la industria es una cosa que en Huelva hace falta.
Además de la industria, ¿por qué otro modelo productivo se puede apostar para que Huelva deje de ser tan patética laboralmente como lo es actualmente?
–Tenemos una costa que es una maravilla, en la que se podrían abrir cadenas de hoteles y demás, pero con empresarios que quieran trabajar, no con gente que quiera venir aquí a ganar los cuatro duros, y pase lo que está pasando en Islantilla, con condiciones que no las vemos, porque quieren ganar dinero a costa de los trabajadores.
¿Y en la capital?
–Industria, industria e industria. Sería clave que no se lleven lo de aquí para transformarlo fuera, la agricultura, la minería, la celulosa. ¿Por qué la transformación de los productos de las fábricas del polo tienen que hacerse en otras capitales? ¿Por qué no vendemos Huelva tal como es? Huelva es una capital bonita, y podríamos estar más tranquilos, con más recursos y hacerlo mejor. Es verdad que Huelva tiene playa, El Espigón, ¿por qué es una playa de dos chiringuitos? Huelva tiene recursos propios para impulsar el desarrollo laboral. Aquí ha habido la reforma laboral, y la reforma empresarial ¿para cuándo? Aquí el primer listo que viene lo primero que hace es comprarse un coche grande y no lo invierte en la empresa. Está quitando generar puestos de trabajo y riqueza para la ciudad, y eso realmente está pasando. Además, el nivel político de Huelva parece que está siempre agotado. No hay ningún político que salga por Huelva de verdad. Pero no por Huelva en la foto, sino en el Parlamento andaluz y nacional chillando y pidiendo por Huelva. Aquí hay peleas entre partidos, y realmente no se mira por los ciudadanos de Huelva, que tiene muchísimos campos por hacer. Huelva tiene todo por hacer. En infraestructuras está todo por hacer, en hostelería está todo por hacer, en industria, en los astilleros, en agricultura, en ganadería, en pesca… Estamos como estamos porque no tenemos políticos de calidad, y a ver si viene la reforma empresarial y empiezan de verdad a mojarse los empresarios, que ya bastantes reformas hemos soportado los trabajadores. Huelva está como una selva que hay que trabajarla.
¿Cree que Astilleros de Huelva conseguirá resucitar?
–Hombre, para que Astilleros de Huelva resucite hay una cosa que está muy clara. La empresa esta que vino, Contsa, no se le ve resurgir. Se le ven reparaciones cortas… No sé quién puede meterle mano a esto, pero hay que sacarlo para adelante, porque es una de las empresas que ha sido una de las banderas de Huelva, que además no contamina. En este tema, los políticos tienen un gran trabajo. Debieran sentarse y reunirse y pegar un porrazo en la mesa y decir que ya está bien, que Huelva necesita trabajo, y sacar a sus jóvenes que están demasiado preparados como para tenerlos deambulando por las calles.
¿Piensa que con los recolocables de Astilleros se jugó políticamente y se les engañó?
–Vamos a ver. Aquí hay un tema que está muy claro. Se dice que ya se ha cumplido con ellos y yo pienso que no. A los hechos me remito, que no están recolocados, y alguien aquí está fallando. En cuanto complete mi aterrizaje, lo primero que voy a hacer va a ser eso. Si yo tengo un papel en el que me dicen que me van a recolocar, a mí se me acaba el paro y yo tengo que trabajar. Y esos compañeros están ahora mismo en esa situación. Nosotros vamos a estar con ellos, iremos a donde sea para conseguir la recolocación.
¿Qué relación espera tener con los partidos políticos y la FOE?
–Pienso que tiene que ser todo cordial. Tenemos que ir todos a una con el bien de Huelva. Como dice la canción, yo no entiendo de colores. Si usted me trae diez puestos de trabajo, le pego un abrazo y me tiro seis fotos con usted, pero primero fírmamelo. Que no me llame nadie para tirarse una fotito y muy bonito todo el mundo, y después el puesto de trabajo en el aire. Primero se firma y después la foto.
Uno de los retos que le queda por delante entiendo que será limpiar un poco la imagen del sindicato, últimamente deteriorada…
–A ver, los sindicatos de clase no estamos deteriorados, pero hay gente, bastante importante, a la que le interesa deteriorarnos. El sindicato es la única arma que tiene el trabajador para su fin. Lo que ocurre es que como los sindicatos son tan pesados y se les ve por todos lados, pues eso no interesa a esa gente. Ocurre más o menos lo mismo que pasó en Inglaterra con Margaret Thatcher, pero los sindicatos siguen. Nosotros no lo vemos deteriorados, simplemente hay gente a la que no le interesa que el trabajador pueda tirar para adelante con un arma como es el sindicato.
Hay aspectos concretos como los ERE que se aplicaron en el sindicato, aplicando una reforma laboral que criticabais en las calles…
–Lo que sí es verdad es que hay recortes por todos sitios, y aquí también nos llegó. El compañero anterior tuvo que tomar decisiones y las tomó. A algunos le parecerán bien y a otros mal, pero ahí no voy a entrar yo.
¿Usted lo hubiera hecho?
–Creo que hay otras formas de gobernar. Cada persona tiene una forma de ver las cosas. Creo que yo lo habría hecho de otra manera, pero hasta que no se ve uno en el papel no puede valorar. Pienso que ahora las cosas se hubieran hecho de otra manera, le hubiera dado muchas vueltas porque despedir a un trabajador tiene que ser lo más malo del mundo. Yo, al menos, lo siento así.
¿Qué mensaje trasladaría a Jorge Puente, su antecesor?
–Un abrazo, y muchas gracias por el trabajo realizado tanto por él como por su ejecutiva. Gente como él son muy válidas, y tienen que estar apareciendo por aquí por la casa y luchando codo con codo con todos nosotros.
“No queremos que esto sirva de plataforma política a nadie”
Espinosa no elude pronunciarse sobre los polémicos acuerdos con Fertiberia y otros asuntos sobre la nueva dinámica que quiere dar a la organización
Villar Mir, dueño de Fertiberia, parece que os ha hecho un flaco favor con su declaración judicial diciendo que os daba donativos... De cara a la opinión pública, ¿entiende que pueda ser un poco sospechoso que los sindicatos reciban dinero de empresas tan sensibles en Huelva como Fertiberia?
–Las federaciones tienen sus normas de funcionamiento. Cuando hay secciones sindicales con empresas con más de 250 trabajadores y delegaciones en diferentes ciudades, se crean los comités intercentros. Imagínate un trabajador, con una nómina normal, que tenga que hacer viajes para negociar con la empresa, evidentemente de su casa no va coger dinero para ir a Madrid o a Mallorca. Entonces, la empresa tiene un apartado sindical para comidas y viajes. Esto ni enriquece a nadie ni le quita dinero a nadie. Es algo normal. Si tu empresa te manda a otro sitio, lo lógico es que te pague la comida y te pague el viaje. Sí es verdad que la administración del sindicato se forma por cuadros. Cada uno, dentro de su parcela tiene la libertad de maniobra que le da la confederación, sin manipular dinero exterior. El dinero que se da es para dietas y desplazamientos. No es para comprarse trajes ni para comprarse coches.
Hay colectivos como Mesa de la Ría o CGT que os acusan de haber vendido vuestra voluntad…
–Cuando se habla desde el desconocimiento, se hace mucho daño. Aquí hay compañeros que tienen hipotecada la nómina y luchan por sus compañeros, y negocian sus derechos en Madrid. No me parece lógico hablar desde el desconocimiento. Si usted me demuestra a mí que este señor manipula dinero que no tiene que manipular, los primeros que vamos a echarlo somos nosotros. Ahora mismo UGT Huelva la llevamos los trabajadores. Tenemos claro que el nivel de cuentas va a ser clarificador en todo momento. Habrá transparencia total. Lo que sí instamos a Mesa de la Ría y demás que comentan esto desde la ignorancia, es que vengan a UGT, lo pregunten y se les dará la información, y después si tienen que criticarlo, que lo critiquen.
Ha apuntado que ahora mismo UGT Huelva la llevan los trabajadores, ¿antes quién la llevaba?
–Vamos a ver. Los trabajadores somos todos. Ningún secretario anterior era de la industria, y parece que ahora, que hay uno de industria, le tienen más apego, quizá por el perfil que yo tengo de luchador incansable en Astilleros. La gente me ha visto reivindicar en la calle y hacer otra clase de movimientos que no hacen otros colectivos. Parece ser que a la gente le gusta más que cambie la actuación, que haya más lucha obrera, menos despacho. Y no es que no hubiera antes lucha obrera, pero de otra forma. Insisto en que aquí todos los partidos políticos serán lo mismo, aquí no hay color en este momento, y no tenemos ninguna aspiración política, y al no tenerla vamos ya con el margen de currantes, de trabajadores…
¿Había antes muchas aspiraciones políticas?
–De aquí han salido muchos compañeros políticos, y gente en listas. Ser sindicalista puede ser una fuente de alimentación para los partidos políticos, por su preparación y sus formas. A los partidos políticos les gusta escuchar a gente que den fuerte. Hay partidos políticos que se han aprovechado mucho de los sindicatos. Pero que quede claro que el sindicato está vivo, y nunca muere por que se vaya nadie. Al revés, cuando se va un compañero, empieza el crecimiento de otro. Los miembros que hemos entrado en la nueva ejecutiva no queremos que esto sirva de plataforma política para nadie. De hecho, las federaciones que de alguna manera se han hecho con el congreso y han hecho que la mayoría me vote, su ejecutiva está toda compuesta por trabajadores normales con muchas ganas de aprender.
¿Qué mensaje le gustaría trasladar a la clase trabajadora de Huelva?
–Que por trabajo no va a quedar, que se unan a nosotros, que si hay algún movimiento para el empleo, que asistan los que no están trabajando, que con ellos y la fuerza que podemos tener los sindicatos, podemos lograr que los representantes políticos empiecen a trabajar con más seriedad de lo que lo han hecho hasta ahora.