Otro pinchazo más que saca al Recreativo de los puestos de promoción de ascenso a Primera división. Una categoría utópica en estos momentos para el equipo onubense viendo los méritos que hace para llevarse los partidos. Ya no queda otra que encomendarse a la virgen del Rocío para el optimista que quiera pensar que el sueño del ascenso aún es posible.
Los chicos de Sergi Barjuan suman una victoria de los últimos nueve encuentros, lleva dos empates consecutivos y existe un horrible gafe de cara a puerta, ya que han marcado un gol y de penalti en siete jornadas. Murcia y Córdoba adelantaron en la clasificación al Decano, que se acerca al ecuador de la clasificación.
El equipo se diluye a pasos agigantados y todas las virtudes que poseía a principios de temporada ya no aparecen. Los jugadores evidencian graves síntomas de agotamiento y es la hora de dar el Do de pecho y si es necesario apostar por la cantera, se debe hacer.
Y eso que el Recre no empezó mal el partido. Tuvo la posesión y mostró ganas e intensidad en los primeros compases. Sin embargo, están negados. Zamora estuvo a punto de cabecear un libre indirecto botado por Jorge Larena, ayer titular.
Pero a medida que iban pasando los minutos iban adquiriendo los malos vicios del pasado. A partir de la media hora los jugadores parecían necesitar una bombona de oxígeno para seguir corriendo, el equipo estaba roto en todas sus líneas, no existía la presión y la intención de Sergi de intentar ser más verticales como dijo en la previa cayó en saco roto.
Y estaba en frente el Numancia. Otro que tal baila. Cedieron el control de la posesión a los onubenses y apostaron por las jugadas a balón parado y las contras para hacer peligro. El extremo Vicente disparó a las manos de Cabrero y algunas acciones de Pedro Martín incomodaron a la defensa recreativista.
La mejor ocasión del Recre fue un centro-chut de Joselu despejado por el meta rival, Biel Ribas. Y se llegó al descanso sin haber lanzado ni una vez entre los tres palos.
La segunda mitad prosiguió con el mismo guión. El Recre cada vez más angustiado y bloqueado, por lo que Sergi apostó por la cantera y colocó a Naranjo en ataque.
Otra vez Cabrero
El meta recreativista volvió a salvar los muebles de su equipo. En el minuto 63’, Pedro Martín lanzó a la media vuelta un obús casi en el área pequeña y los reflejos de Cabrero evitaron el primer tanto rojillo. Poco después, Juanma cabeceó con dureza un corner que paró el seguro del Decano.
En el tramo final del encuentro, el Recre lo intentó con más corazón que cabeza. Linares y Joselu, muy activos pero desafortunados, tiraron en numerosas ocasiones pero sin llevar demasiado peligro. Pero el marcador no se movió, otro empate que vale muy poco y como diría la cantante Lola Flores: “Ay pena, penita, pena” de Recre.
