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Huelva

La comunidad de las chapuzas

Los habitantes de Plaza Pintora Lola Martín llevan dos años reclamando a la EMV arreglos que no llegan

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  • Desperfectos en la comunidad -

Llevan presentando escritos ante la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) desde, al menos, marzo de 2012, reclamando que se subsanen toda una serie de desperfectos en   las zonas comunes. Lejos de atender las demandas vecinales, la EMV, promotora de la urbanización de las viviendas protegidas de promoción pública de la Plaza Pintora Lola Martín, está convirtiendo su inacción en costumbre mientras el aspecto de la zona es cada vez más decadente.

En el último escrito, datado el 22 de julio de 2013 y al que ha tenido acceso Viva Huelva, los propietarios del bloque 1 describían cómo la solería de la azotea ha quedado aún peor tras un arreglo que ha dejado “casi la totalidad de las juntas descarnadas”. Asimismo, denuncian filtraciones en el techo del 4º b y de las aguas de lluvia a través del portal.

Por otro lado, describen cómo conviven con malos olores a causa del mal sellado de la arqueta de las aguas residuales, y exponen el peligro de derrumbe a causa de las “numerosas fisuras” en el quitamiedos de la azotea. Ante este cúmulo de desperfectos, los vecinos solicitaban a la EMV “que requiera a la dirección facultativa o empresa constructora la subsanación de las deficiencias” y avisaban de que “de continuar mostrando esa empresa negligencia omisiva antes las reclamaciones que venimos presentando nos veremos obligados a interponer la correspondiente denuncia ante la jurisdicción ordinaria”.

Además, acusan a la EMV, con carta del administrador de fincas,  de estar incumpliendo la ordenanza municipal de seguridad y protección contra incendios y garajes y aparcamientos, al no hacer nada para evitar inundaciones, fallos eléctricos, averías en puertas de emergencias, aguas fecales estancadas...

La total falta de mantenimiento en los parque infantiles es otra de las quejas de unos vecinos que, ante la inacción de la EMV, se están tristemente acostumbrando a convivir rodeados de desperfectos.

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