Si llega usted al lugar donde tenía estacionado su coche y ve que en el hueco que su vehículo ocupaba hay una brillante pegatina triangular indicándole que la grúa ha pasado y parado por allí, seguro que ya le han dado el día. Pero si eso le ha ocurrido ya o le pasa alguna vez en la ciudad de Huelva piense en que, dentro de lo malo, mucho más daño hubiera hecho a sus ahorros si la antipática grúa hubiera portado su coche en otras 47 ciudades españolas.
   Y es que según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la capital onubense es la séptima más barata de España en lo que al servicio de grúa municipal más depósito durante una hora se refiere, reflejándose diferencias llamativas entre las 54  ciudades que han entrado en el estudio. Así, en Huelva, más allá de la cuantía de la multa,  el precio de este servicio municipal cuesta 66 euros y no cuenta con un coste añadido por el depósito durante una nora, pero en ciudades como Zaragoza (líder de este ranking) que tu coche se lo lleve la grúa cuesta 180 euros a lo que hay que sumar 25 euros por una hora de depósito, lo que hace un total de 205 euros. Entre las ciudades más caras se encuentran San Sebastián (152 euros), Valencia (152) y la vecina de Sevilla, donde si aparca mal y la grúa lo pilla tendrá que desembolsar un total de 149 euros.
   Por contra, Zamora es la ciudad donde este servicio municipal es más barato (36 euros).  Además, en Almería cuesta lo mismo que en Huelva, y por detrás están: Badajoz (63); Ciudad Real (62); León (52); Ávila (52); y Melilla (47). La media nacional es de 102 euros.
   Para la OCU, “muchos ayuntamientos, más que prestar un servicio público para agilizar el tráfico, buscan una forma rápida de recaudar dinero” y en cuanto a las diferencias de precios tan notables considera que se dan “porque la normativa permite que cada ayuntamiento administre la retirada y depósito de vehículos como estime oportuno, bien como servicio municipal o a través de una empresa concesionaria. También permite la normativa nacional  que cada ayuntamiento cobre lo que le parezca, por lo que muchos ayuntamientos encuentran en este servicio municipal una vía fácil de aumentar la recaudación y cobran, además de la multa, una tasa por depósito o por interrupción que en muchas ocasiones es otra sanción encubierta”.