La sociedad, casi de manera implícita, incentiva el vicio, y en la pelea contra este estado patológico un Ayuntamiento ha de disponer de mecanismos. Aonujer y ARO marcan sus recomendaciones para el próximo equipo de Gobierno.
Asociación Onubense de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Aonujer)
Desde 1991 la Asociación Onubense de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Aonujer) lleva trabajando para ayudar a las personas que caen en el vicio de los juegos y acaban perdiendo. Su presidente, Jorge Barroso analiza cómo influye en el devenir del colectivo la relación con el Ayuntamiento.
A día de hoy, Aonujer y Ayuntamiento mantienen una saludable relación de colaboración. Por eso, al próximo alcalde y su equipo, Barroso les pide “que continúen con la labor que están haciendo, porque de alguna manera están sensibilizados con nuestro colectivo.
En cuanto al análisis sobre cómo influye el modelo de ciudad en adicciones como las que Aonujer trata, Jorge Barroso considera que “lo ideal sería que nos existieran asociaciones de este tipo, pero no es así porque el mercado consumista hace que, entre otros aspectos, haya demasiados salones de juego, además de la proliferación cada vez mayor a la adicción al juego online, en el que cae cada vez gente más joven”.
Siguiente punto sobre la mesa: ¿Qué se ha de consolidar y qué aspectos cree que se deben mejorar en la relación con el Ayuntamiento? Aquí, la prevención toma un lugar determinante. Para Jorge Barroso, desde el Ayuntamiento de Huelva se deben promover más actividades dirigidas a la juventud, un colectivo potencialmente vulnerable: “Hay que incentivar más actividades de concienciación”.
Por último, en cuanto a la política de subvenciones, el presidente de Aonujer aclara que su colectivo tiene un convenio de colaboración con la Concejalía de Servicios Sociales y Juventud, que le aporta 3.600 euros anuales y que se cumple con regularidad. Eso sí, Barroso aconseja que todas las subvenciones “fueran escrupulosamente revisadas a todos los colectivos, y que el dinero se emplee siempre a lo que va destinado”.
Aonujer atiende en la actualidad a unas 300 personas repartidas en ocho grupos de terapia y dentro de su organigrama profesional cuenta con los servicios de un psicólogo, un trabajador social, una administrativa y una abogada.
La asociación ARO
ARO lleva cuarenta años trabajando en Huelva en la dura lucha contra las adicciones, especialmente el alcohol. Su presidente, Manuel Darriba, y su director y psicólogo, Cristóbal Gangoso hacen un diagnóstico muy claro sobre lo que desde un Ayuntamiento se puede aportar en esta ardua pelea.
¿Qué se espera desde vuesto colectivo de los próximos dirigentes municipales? La respuesta que Darriba y Gangoso dan es sencilla y directa: “Que escuchen nuestras propuestas y nuestras peticiones”. Eso por un lado y por otro “que estimulen positivamente a los luchadores por la salud en la comunidad”.
La reflexión sobre cómo influye el modelo de ciudad en asociaciones como la suya y en personas como las que atienden es también esclarecedora: “El modelo de ciudad es el caldo de cultivo donde se desarrolla un ciudadano, será como un troquel donde se fraguarán las conductas. El modelo de ciudad es el tercer elemento causal de las adicciones”.
Por ello, recuerdan que “una ciudad que facilita conductas adictivas hace que los más vulnerables se hagan adictos”, ya que “existen reforzadores sociales que comportan una mayor accesibilidad y permisividad silenciosa ante los consumos masivos”.
Al próximo equipo de Gobierno, Gangoso y Darriba le piden “consolidar todo aquello en lo que ha demostrado eficacia y mejorar el clima de intercambio y diálogo para no eternizar acuerdos y medios para desarrollar nuestra labor. Mayor fluidez y agilización”.
Sobre la política de subvenciones que ha de llevar a cabo un gobierno municipal, Manuel Darriba y Cristóbal Gangoso dejan un sencillo y esclarecedor listado de consejos: “Que sean serias, sinceras, generosas, realizables, justas, no una limosna caritativa y prontas”.
Como reflexión final, los dirigentes de ARO lanzan este mensaje cargado de profundidad a los próximos dirigentes municipales: “A quienes ponen en una ciudad la mano de obra gratuitamente, no debería regateárseles los medios para realizar su tarea”.
