Vino a decir Alejandro Ceballos tras la derrota el domingo ante el Algeciras que con la mente en mil cosas diferentes al fútbol es muy difícil que sus jugadores puedan competir con garantías. No eludía su responsabilidad el entrenador sevillano, pero sí que metía el dedo en la llaga de la agónica salud institucional del Recreativo de Huelva.

Nada nuevo es que no hay un euro, que la plantilla es corta y que los que están viven desmotivados ante la incertidumbre de un club en caída libre. Pero Ceballos llegó con el objetivo de que sólo se hablara de fútbol, y poco después sus jugadores y los empleados de la entidad albiazul saltan al césped con una pancarta en la que reivindican una solución ya y denuncian que están hartos de mentira .

Todos estos condicionantes han provocado que el aficionado albiazul tenga que quitarse ya de la cabeza el objetivo de volver esta temporada al fútbol profesional. Entre lo deportivo y lo extradeportivo, el Decano se ha alejado en tan solo 12 jornadas un total de ocho puntos de las plazas que dan derecho a jugar la fase de ascenso. El Recre mira ya frente a frente a los puestos de descenso a Tercera, y la próxima en Marbella, los de Ceballos tratarán de alejar los fantasmas del descenso e instalarse en tierra de nadie para ver si se obra el milagro y en el Recre sólo se puede hablar de fútbol para intentar una remontada que haga soñar con la cuarta plaza ahora tan lejana.