Fertiberia repartió en 2014 un dividendo de 20 millones de euros, que ingresó su accionista principal Grupo Villar Mir, según las cuentas depositadas en el registro mercantil. La empresa ganó además 5,5 millones de euros en ese año, frente a las pérdidas de 3,7 millones en 2013.
La compañía más que duplicó además su deuda a largo plazo con la banca en 2014, hasta los 158,7 millones de euros, desde los 67,5 millones del año anterior. A corto plazo, sin embargo, Fertiberia logró reducir su pasivo con entidades financieras hasta 112,7 millones.
Todo ello muestra una importante capacidad de acceso a los mercados de capitales y financieros que contradice la supuesta negativa de la banca a financiar la fianza de 65,9 millones, algo que refleja la compañía de Villar Mir en un escrito de alegaciones presentado ante la Audiencia Nacional el pasado 27 de noviembre, en el que además amenaza con la liquidación si se le obliga a asumir la fianza de 65,9 millones para la restauración de las balsas de fosfoyesos, cuyo recurso en contra ya ha sido desestimado por la Audiencia Nacional.
No de los bancos
En el escrito de alegaciones, al que ha tenido acceso Viva Huelva, Fertiberia señala que “los costes de una garantía por importe de 65,9 millones son enormes y ello en el supuesto” de que la culpable de los vertidos de fosfoyesos “estuviera en condiciones de poder prestarla, que desgraciadamente no lo está”.
En este punto, el alegato de Fertiberia ante la Audiencia Nacional señala que “inmediatamente que le fue notificado el presente auto (refiriéndose al aumento del aval) efectuó gestiones financieras con distintas entidades financieras y de caución , intentando conseguir el afianzamiento ahora requerido. El resultado ha sido infructuoso”.
Cabe destacar en este punto, insistiendo en que la Audiencia Nacional ha desestimado su recurso sobre el aumento del aval, que Fertiberia cuenta además con activos por valor de 862 millones y unas reservas de capital de 290 millones, aunque esta cifra ha descendido en 40 millones tras el reparto del dividendo, entre otras cuestiones. El fabricante de fertilizantes facturó 654,9 millones en 2014, un 11% menos, por la desconsolidación (separación) del negocio en Argelia.
Por eso, con estas últimas cifra sobre la mesa, llama la atención la especie de amenaza que el ‘gigante’ de Villar Mir lanza en su escrito de alegaciones en caso de que se le obligue a asumir el aval de 65,9 millones para la restauración de las marismas ‘secuestradas’ por los fosfoyesos originados por su actividad en Huelva. Sobre esto señala Fertiberia: “Si ante la imposibilidad de conseguir una garantía por el importe exigido se llegase al embargo de los activos de Fertiberia S.A. (y ténganse en cuenta que la mayor parte de los mismos ya están hipotecados en garantía de la anterior fianza -21,9 millones- ya prestada ante la Sala), la consecuencia inmediata y obvia sería la pérdida de toda capacidad de financiación, lo que equivaldría de forma inmediata a yugular absolutamente su actividad empresarial al ser imposible mantenerse en el mercado sin ninguna línea de financiación corriente”.
Por ello, expone la empresa de fertilizantes, “en definitiva el deseo de garantizar el coste del 100 por 100 del proyecto tendría como efecto, sin duda indeseado pero imposible de evitar, que el mismo no pueda ser ejecutado” por Fertiberia, “que se vería abocada a su liquidación”.
Además, el escrito de alegaciones expresa que “en tales circunstancias, no parece que pueda existir un daño de imposible o difícil reparación mayor que el invocado, lo que debe conducir a conceder la presente solicitud y suspender cautelarmente el auto recurrido”.
Por último, Fertiberia señala que “creemos imprescindible que se conjugue la seguridad en la ejecución del proyecto, pero sin llegar a tal extremo que se haga imposible que el mismo se pueda llevar a cabo”.
Como se ha señalado antes, este escrito de Fertiberia pretendía reforzar su recurso al aumento del aval, recurso que la Audiencia Nacional desestimó el pasado 1 de diciembre, y contra dicha resolución a Fertiberia le cabe un recurso de reposición.